*Que la Virgen de Guadalupe cuide a nuestro México. Por siempre y para siempre, en su Día. Camelot.
Gilberto Haaz Diez
LA CONDICION HUMANA
Dice el viejo refrán, que en la victoria hay que ser más humilde que en la misma derrota. Qué hay que celebrarla, pero sin agredir al vencido. Otro dice “No temas quien levante su mano para destruirte, se encontrará con la mano de Dios para protegerte”. Cuento esto porque, al final del encuentro mundialista entre Argentina y Países Bajos, donde Messi trinó contra el árbitro que, dijo más o menos, como era español quiso vengarse porque España había sido eliminada y le pitó a favor de Países Bajos. Cosa no cierta. Ese árbitro es el número uno de España y la verdad hizo su chamba. Lograron vencer en penaltis y al final, vencedores debieron felicitar a los vencidos, pero no, la gran mayoría de ellos (existe foto), pasaron burlándose de los derrotados, que caídos estaban en el campo tirados y llorando su derrota. Gran contraste con otro grande, el croata Luca Modric, hijo de buena cuna quien, al terminar el juego fue a abrazar a su amigo Rodrygo, que había fallado el primer penalti y lloraba y cargaba Brasil a cuestas, cuando tiras un penalti así, estas cargando al país, o eres héroe o villano. Luca fue a abrazarlo, decirle al oído cosas de aliento y por allí se cruzó a buscar a Neymar, que lloraba esa derrota dolorosa. La condición humana habla de la gente de bien. Bravo por Modric, así son los grandes.
EL PUENTE DE LOS ESPIAS
Rusia dejó en libertad a la basquetbolista estadounidense Brittney Griner el jueves en un dramático canje de prisioneros en que Estados Unidos liberó al traficante de armas ruso Víktor Bout, informaron funcionarios estadounidenses. Hace mucho tiempo que estas escenas eran solamente de la Guerra fría, cuando entre los rusos y los americanos se espiaban hasta debajo de las alfombras. Rusia tenía detenida a la basquetbolista Brittney Griner y EE. UU. al traficante Viktor Bout, a ella apenas en febrero, porque la agarraron con droga de consumo en su equipaje, el otro llevaba años en Estados Unidos por traficante de armas. En la cuenta de POTUS, un acrónimo que significa (President Of The United States), y es la cuenta oficial de los presidentes americanos, Joe Biden con su vicepresidenta Kamala Harris postearon una fotografía donde en el Salón Oval están pendientes de la liberación de la deportista. Casi dijeron como cuando Obama celebró la caída de Osama Bin Laden: “Lo tenemos”, misma frase que quiso copiar una vez el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, cuando atraparon al Chapo Guzmán, en su tuiter, dijo lo mismo: “Lo tenemos”. «Hace unos momentos hablé con Brittney Griner. Está a salvo. Está en un avión. Está de camino a casa (…) Detenida en circunstancias intolerables, Brittney pronto estará de vuelta a los brazos de sus seres queridos y debería haber estado así todo el tiempo. Este es un día por el que trabajamos durante mucho tiempo. Nunca dejamos de presionar por su liberación. Tomó intensas y minuciosas negociaciones», aseguró Biden.
Eso me recordó el Puente de los Espías, en Berlín, el Puente Glienicke, el sitio donde en la Guerra Fría intercambiaban prisioneros (véase la película de Tom Hanks). El primer intercambio de prisioneros tuvo lugar el 10 de febrero de 1962. Los estadounidenses liberaron al espía soviético Coronel Rudolf Abel a cambio del piloto estadounidense Francis Gary Powers, capturado por la Unión Soviética tras el Incidente del U-2. Ahora Biden utilizó solo el avión, la liberaron y la subieron a un avión americano, que la trajo, sana y salva a casa.