Y marcharon los que pudieron… y quisieron. Camelot.
Gilberto Haaz Diez
EL DIA DE LA GRAN MARCHA
Escribo estas líneas en domingo. En este México de balas y entierros, donde no solo las balas matan, ahora son las alcantarillas, que cobran vidas por la negligencia de las autoridades. Es el Día de la Marcha a favor del INE, que el preciso lo quiere, como a la CNDH, allí quietecito. Si el presidente se apodera del INE, dicen los opositores, las elecciones las harán ellos y tomarán las decisiones como cuando a Manuel Bartlett se le cayó el sistema, y le robaron la elección a Cuauhtémoc Cárdenas. Se han convocado en todas las ciudades veracruzanas, Veracruz, Boca del Rio, Orizaba., Córdoba, Tierra Blanca y creo que hasta en Chacaltianguis, que es mi punto de referencia cuando ando fuera del país, porque cuando llegan a preguntarme que de dónde amigo vengo, les digo que de Chacaltianguis, Veracruz, México, y se quedan como Trump cuando pensó que arrasaría en las elecciones intermedias y apenas sacaron un empate casi técnico. La humanidad ha visto y tenido grandes marchas. El Boston Tea Party, cuando se liberaban de los ingleses las 13 colonias americanas. La primera debió haber sido la del Patrón, Jesucristo, cuando marchaba en el pueblo al lado de sus apóstoles, la otra pudo haber sido la de Moisés, cuando abrió el Mar Rojo para que pasaran en el Éxodo todos los judíos. La marcha de Gandhi de la sal. Las marchas de la Revolución francesa y las del mayo de 68 en Francia y en México aquel 2 de octubre, que no se olvida. Una de ellas, magnifica y golpeadora, fue la del pastor Martin Luther King, de Selma a Montgomery, que existen varias cintas de esa odisea. Las redes sociales se promovieron y convocaron a lidiar con valor a esta marcha en defensa del INE, y en contra de AMLO, que quiere ser árbitro, juez y jugador, las tres cosas al mismo tiempo, ah, y aficionado. Es un toma-todo en toda su extensión. Por eso la gente se convocó a salir a la calle, para defender al INE.
LA MARCHA EN ORIZABA
10.30 de la mañana de un domingo que, en el país, se utilizó para la defensa del INE, al que el presidente lo quiere todo, sin quitarle una coma, lógico, sin Lorenzo ni Ciro. En la alameda orizabeña, esquina Colón, la sociedad civil comenzó a reunirse. Los fifís, como los llama despectivamente el presidente. Allí me tenéis en esa marcha que partió de la calle Colón hacia la Sur 3 y dobló en la iglesia de San Juan, para apostarse frente a las oficinas del INE y cantar allí el Himno Nacional Mexicano. Un orador dio los pormenores del porqué de la defensa. En esa marcha de aproximadamente 3.3 kilómetros y 5196 pasos, según marca mi teléfono, los gritos eran el INE no se toca, había también los clásicos gritos del México, México, como si estuviéramos ya en el Mundial contra Polonia. Los fotógrafos tomaban sus placas, los representantes de los periódicos, cubrían la nota, los de internet, transmitían en directo. Las orejas de gobernación de Xalapa tomaban nota, los policías del estado, llegaban en sus patrullas y los panzones agentes en el celular retrataban lo que veían, frente al INE. En un ambiente típico orizabeño, sin mucho calor y medio nublado, el contingente partió con gritos de Libertad: “Para la libertad, sangro, lucho, pervivo”, diría el poeta Miguel Hernández. Orizaba cumplió, al principio se veían pocos, pero fue llegando más y más gente y creo que un poco más de mil lo fueron, había gente en silla de ruedas, viejecitas que caminaban con apuros, jóvenes, amas de casa, pueblo y sociedad civil en defensa del INE. Rostros conocidos, jovencitas con sus padres, el tráfico respetando el paso, solo un macuarro por allí sonó una mentada con el claxon, pero todo hay en la viña del Señor. Orizaba cumplió, porque no hubo acarreados, los que quisieron llegar, llegaron y, como me dijo uno de ellos antes de la caminata, con cien que nos juntemos es suficiente, pero no fueron cien, comenzaron a llegar y llegar y cuando vimos la cola era enorme. Colón volvió a tomar esa arteria peatonal en este Pueblo Mágico que, algunos, defienden al INE.