*De Antonio Machado: “Para la libertad, sangro, lucho, pervivo, para la libertad”. Camelot.
Gilberto Haaz Diez
LA LIBERTAD DE KURI GRAJALES
El orizabeño Fidel Kuri Grajales, salió de un cautiverio de 13 meses de cárcel mexicana, después de una arbitrariedad cometida en su contra. Le demandó el dueño de la televisora Azteca, quien le había prestado un dinero para pagar los derechos de seguir en la Liga MX y no ser desafiliado. Pagó Kuri y aun así lo desafiliaron, y el dueño azteco, un hombre poderoso, que maneja la liga junto con el gran jefe Azcárraga, debió ir con Yon de Luisa y Mikel Arriola, para que devolvieran ese dinero que se quedaron como unos verdaderos pillos. Pues no, la deuda de Kuri se la cobraron deteniéndolo, y allí llevó el proceso hasta que, hace un par de días, salió libre, con brazalete y una fianza y el juicio aún sigue en libertad. Kuri tiene una demanda millonaria, si la gana hará temblar al futbol mexicano, al menos a los directivos. Ahora viene por sus Tiburones Rojos, recuperarlos, habilitarlos y ponerlos a jugar ante una afición que ha estado en espera de que ese estadio Pirata Fuente, vuelva a vibrar con el grito del Tiburón. Ojalá así sea.
COMO AQUEL EMILIO MAURER
Su historia es algo similar a la de Emilio Maurer. Un rebelde que un día llegó a dirigir al Puebla y junto con Paco Ibarra se hicieron de la Federación Mexicana de Futbol, en contra de Televisa, y el futbol cambió de imagen, ellos fueron los que trajeron a César Luis Menotti a dirigir a la selección y cambiarles la imagen a los nuestros que, gracias al Che Menotti, dejaron de ser ratones, como los llamaba Manuel Seyde, el periodista. Pero se enfrentó a la televisora poderosa y, por poner un ejemplo, a los equipos les pagaban por transmitir un juego creo que unos 50 mil pesos, Maurer llegó y los apretó y les cambio la tarifa a un millón de pesos por juego, los dueños de los clubes se sentían como en Wall Street, jubilosos y llenos de dinero. Desde esa fecha hasta entonces las televisoras pagan bien a los clubes, eso se lo deben a Maurer, que cada 15 días va a ver al Puebla. Pero no fue lejos por la respuesta, la televisora presionó a los gobernadores de los estados, que temblaban con una llamada del jefe del canal de las estrellas, y a Maurer se le fueron cerrando las puertas, perdió la Federación y perdió al Puebla y fue a caer a la cárcel, acusado de lo que se les pegara la gana, como hacen en Veracruz.
En 1993, cuando ya había salido de la FMF, alguien lo acusó de desvío de fondos y la justicia actuó de inmediato. “Me metieron en la cárcel y nos quitaron al Puebla. Lo peor del caso, es que el futbol mexicano sigue igual, no sirvió de nada la revolución que hicimos junto a Paco Ibarra, que en paz descanse”.
No es cierto, gracias a Maurer hoy los equipos cobran a las televisoras cantidades millonarias, cuando solo les daban migajas y unos vales para ver el canal de las estrellas.
Han pasado muchos años desde esa afrenta. Maurer salió de la cárcel, aunque perdió a sus camoteros sigue yendo cada quince días al estadio, a sus 84 años. Se dio tiempo así de escribir un libro, ‘Maurer y sus verdades’, que lega a su familia y a los aficionados, para que conozcan los caminos intrincados por los que transitó, que a veces eran largos y sinuosos caminos, como la canción de los Beatles.