*Las historias que contar. Camelot.
Gilberto Haaz Diez
EL GUACAMAYAZO A WINCKLER
Muy temprano en la mañana, un contertulio en el Orbe, donde tomo mi primer café mañanero, me comentó si no había visto a Ciro Gómez Leyva en su noticiero y la nota del espionaje de la Sedena al exfiscal de Veracruz, Jorge Winckler Ortiz, detenido y en cárcel capitalina de Almoloya. Llegando a mi oficina prendí el ordenador (computadora), como dicen en España y vi lo que todos sabemos, aunque AMLO lo niegue, que el gobierno y la Sedena espían a quiénes se les da la gana. A unos, dirán que, por asuntos de seguridad nacional, a otros porque quieren apañarlos, que no es función del ejército esas labores, pero, en fin. No es necesario sacar el Ampudia que todos llevamos dentro, para descubrir que éste, como los demás gobiernos, le hacen a la Sherlock Holmes y espían. A Winckler, según la nota, lo traían a raya, a su familia y a los hijos y hasta una novia que no sabemos si se la inventaron. Es muy cierto que todos los teléfonos pueden ser hackeados, o sea que el Guacamayazo hecho al gobierno, dará mucha información aún.
EL LIBRO DE PEREZ REVERTE
Suelo pagar y gastarme de mis quincenas, una lanita para poder acceder a algunos diarios de paga en internet. Pago mensualidad a tres diarios españoles: El País, El Mundo y el ABC, fundado por Torcuato Luca de Tena, en 1903, el más antiguo de España. Se lee mucho en Madrid y Sevilla, de donde es. Alguna vez, estando en Sevilla era una delicia leerlo por las mañanas. Hospedado en el hotel Inglaterra, solía por las mañanas salir al parque de enfrente y en el kiosco comprar el ABC. En ese mismo hotel donde llegaba el rey Alfonso XIII y hay un mural en el lobby. Era muy querido ese rey en Sevilla, el último antes que llegara la República y luego Franco, hay un hotel bellísimo que lleva su nombre. Yo soy de esos amantes a la antigua, que suelen todavía mandar flores y leer los periódicos en papel. Tengo también una suscripción con El Universal y leo Milenio gratis, que tiene los mejores articulistas, al igual que El Financiero por Raymundo Riva Palacio. En mi aldea, Crónica Tierra Blanca y Notiver de Veracruz. De entre los 10 mejores columnistas que leo, también no dejo de lado a los españoles: Raúl de Pozo, Leila Guerreiro, Manuel Vicent, Juan José Millas y algunos más. A ellos se les aprende. Pocos como los españoles para hacer crónica, están también los del Pulitzer, pero esos como escriben en inglés, dan más hueva (palabra francesa, no se espanten).
Toco el tema porque ayer me llegó un aviso de El Mundo de España de una entrevista a Arturo Pérez Reverte, donde el afamado escritor publica ‘Revolución’, una nueva novela sobre la revolución mexicana, con Zapata y Villa, que seguro será todo un éxito literario. “Aquella fue una revolución buena, noble. Las hay cuestionables, oscuras, siniestras… Incluso propuestas de revolución sospechosas desde el momento de ser planteadas», dice. “Pero la mexicana era indiscutible: un país oprimido, en manos de caciques, que un siglo después de la independencia continúa gobernado por los de siempre y donde la gente sencilla muere agotada trabajando como bestias en el campo y comprando los productos básicos al mismo sujeto que los explota. México necesitaba una sacudida. La revolución mexicana fue necesaria. México es el país lingüísticamente más creativo del mundo. Son muy rápidos e intuitivos. Escuche esto: ‘Van a sobrar sombreros’, dicen ante una posible balacera. Es maravilloso”.
DE SU CLINCH CON AMLO
P: Pancho Villa odiaba a los españoles.
R: Un odio atroz, sí.
P: Recobrado ahora por López Obrador, presidente de México, que acusa a este país de genocida en el descubrimiento de América.
R: Pero hay una notable diferencia entre el odio de Villa y el de López Obrador. El del revolucionario tenía raíces. Venía de una familia explotada y los españoles eran quienes entonces detentaban el poder o estaban aliados con los poderosos de la dictadura de Porfirio Díaz, así que había motivos. López Obrador no los tiene. Es un nieto de españoles con acceso a la educación, a la cultura. Está casado con una mujer especialmente culta. Él sabe cosas. Ha tenido oportunidades. No es un bandolero visceral como Villa. Así que en su caso suena todo a demagogia, a impostura.
P: Tuvieron algún desencuentro.
R: Me señaló públicamente dos veces. Una de ellas con una fotografía grande… Yo le llamé imbécil, así que fue un intercambio equitativo. Algunos mexicanos se enfadaron conmigo y me insultaron, pero con el tiempo bastantes de aquellos indignados me dieron la razón.