“No podría contestar eso”. Leticia Ramírez, nueva secretaria de Educación de la 4T. Respuesta a una pregunta sobre la enseñanza de las matemáticas, en el nuevo modelo educativo. Camelot
Gilberto Haaz Diez
EL US OPEN NEOYORKINO
He narrado que alguna vez de hace años, cuando apenas era un jovencito, diría la vieja canción de Los Apson, anduve y andé en el Abierto de Estados Unidos, en Nueva York. Los recuerdos me llevan a ese sitio donde el tenis en septiembre cierra todos los circuitos. El más prestigiado debe ser Wimbledon (1877) y otro puede ser el Roland Garros (1891). Ayer alguien me preguntaba qué demonios tenía que ver Louis Armstrong, para que una cancha fuera llamada así, en su memoria, le dije que era un músico mundial y neoyorkino, el famoso trompetista. Roland Garros es el nombre de un piloto de guerra francés y nadie dice nada. Las otras canchas son Arthur Ashe, en honor al afroamericano que ganó varios torneos y murió de sida, una vez que le hicieron una trasfusión lo infectaron. Y Billie Jean King, es otra nominada. Hace tiempo de aquellos años fui a ver jugar a Mc Enroe en la final contra Bjon Borg, que ganó Mc Enroe, ahora los estadios los han modernizado, tienen dos canchas centrales techadas, de las que ahora mueven cuando llega la lluvia. Ahí desfilan los grandes. Y poco a poco han caído algunos. Aquella vez llegué en un taxi, que nos llevó cuando debí haberme ido en el Metro que, de regreso, nos dejó en Avenida de las Américas, cerca de la Quinta Avenida neoyorkina y satisfechos de haber visto jugar a esas estrellas. El US Open 2022, fundado en (1881) nos ha tenido pegado al televisor, la cadena ESPN en dos de sus canales, nos pasa la mayoría de juegos.
LA FURIA ESPAÑOLA
Ya cayeron varios españoles, entre ellos Rafa Nadal, un héroe de 36 años que está viendo pasar sus últimos partidos en esas canchas de pedigrí. El tiempo los vence, como venció a Serena Williams, que quiso despedirse ante la afición neoyorkina, después de una larga carrera de años ganando sumas millonarias (véase la película King Richard) y dejando estelas de grandeza. Cuando uno entra a esos estadios de 28 mil personas, ahora entiendes que la reventa se sublima, es cómo ver al Bernabéu cuando juega Real Madrid, que todos los juegos son llenos. La afición neoyokina es como la veracruzana, a los gritos y apoyos, todo lo contrario, a la flema británica cuando Wimbledon. Habrá nuevo rey en US Open, ayer noche nos tocó ver un juego en ESPN, del gran Carlitos Alcaraz, que se fue a cinco setes y el juego terminó a las 1:45 de la madrugada, emocionante y delirante, con casi la mitad del estadio lleno, porque la otra mitad se había ido por las horas de la madrugada. No se sabía quién ganaría, los expertos tachan al español Alcaraz como el sucesor no solo de Nadal, el sucesor de los grandes y apuntan a que este año puede ser el número uno y el rey del US Open, si se lo deja su próxima rival. Hay varios españoles en el torneo, hombres y mujeres, serán casi una decena. Algo tienen los españoles que han hecho de sus deportes algo grande, apenas la Sub 17 de mujeres se convirtió en campeones mundiales, en el futbol español siguen reinando y ahora en el Mundial de Qatar mediremos cómo andan en efectividad. Son buenos corredores de ciclismo, con Miguel Induráin, que ganó 5 veces consecutivas la Tour de Francia. Buenos lo son en basquetbol y en futbol ni qué decir, el Barcelona y Real Madrid son ejemplos, aunque estén llenos de extranjeros. Nado, patinaje, volibol, en todo brillan los españoles, son un poco como Messí, que dicen de los argentinos que ellos tienen a los dos mejores del mundo, al gran Leonel Messi y, por el otro lado, al Papa Francisco, que lidera la iglesia católica del mundo. Larga vida al US Open.