*Vámonos al tren. Camelot
Gilberto Haaz Diez
CRONICAS EUROPEAS (EL TREN PASA PRIMERO) DIA V
Podría ser como aquel título del libro de la gran Poniatowska, El tren pasa primero, escribió ella y tituló así, a su exitoso libro. Los trenes AVE, Acrónimo de Alta Velocidad Española, son trenes comodísimos, que van arriba de 200 kilómetros por hora y a veces más. Algún día, cuando fue a Veracruz el presidente de Gobierno de España, José María Aznar, me dijo en una comida que cada que llegaba a provincia, sus paisanos españoles solo le pedían les llevara un tren AVE. Las rutas son hermosas, va uno viendo la campiña a alta velocidad, la tecnología de punta, aunque han tenido sus accidentes como uno muy lamentable hace años, en 2013 en Santiago de Compostela, los hace muy seguros y el mismo rey de España logró que los árabes compraran y adquirieran de los españoles sus trenes AVE. Ayer mismo el nuevo rey, Felipe, inauguró con el presidente Pedro Sánchez, uno que va a Burgos, y se treparon a él y recorrieron el camino. Cuento esto porque la familia, que somos 10, dejamos un rato Madrid y nos vamos a León, donde aquí quizá la vida si vale algo, no como en la del gran José Alfredo Jiménez, en su bonito León, Guanajuato., su feria con su jugada. No es nada barato. El trayecto de 335 kilómetros, que lo haremos en dos horas, cuesta 77 euros, algo así como 1 mil 540 pesos mexicas. En auto el tramo se haría en 3 horas y media, es decir, le baja el tiempo de una hora y media. Ahora mismo sufren con el calor y el meteorólogo de la mañana habló que en la Cantabria hará buen clima, no tan caluroso. Veremos también Oviedo, que presume ser la ciudad más limpia del mundo, junto con Orizaba, Pueblo Mágico, ambas ciudades han ganado la Escoba de oro y de plata y de bronce, de la que sea porque son limpias. Allí he andado algunas veces en Oviedo, es el sitio donde se entrega lo que antes era el Premio Príncipe de Asturias y ahora es Princesa de Asturias, por la heredera de la Corona. Cuando llegó Woody Allen, antes que lo acusaran de acosador y violador de una de sus hijas recogidas, se maravilló de esta ciudad y dijo, cuando vino a recoger su Premio que era una ciudad encantada y hasta tenía un príncipe, quien luego sería rey. El pueblo en reconocimiento a la fama que le dio a Oviedo, le fijó una estatua al pie de un parque, de su clásica figura, muy chaplinesca, cuando vino el escándalo la querían derrumbar y retirar, pero ahí sigue, como la Puerta de Alcalá, viendo pasar el tiempo. Veré la ciudad y luego les platico cómo andan.
EN LEON QUE NO ES GUANAJUATO
Llegamos a León de pisa y corre, escasamente una tarde y noche para comer y andar un poco de marcha, pues es vienes. León es precioso, tiene fama de comer los mejores embutidos y aunque nos habían dicho de ir a un restaurante llamado Alfonso Valderas, donde, aseguran que hacen el mejor bacalao del mundo en 8 diferentes formas, ya no pudimos llegar, y que también hay un tren santanderino, como el de Orizaba, pero platicándole al taxista nos dijo que ahora no lo tienen en funciones. Es precioso su centro peatonal, un hotel de primera, el NH, dentro de la Plaza Mayor y de allí a caminar su principal llamada Calle Ancha, que si está ancha y es bella porque a los lados tiene los comercios y restaurantes. Hay también un lugar llamado Museo Casa Botines del gran Gaudí, el creador de la Sagrada Familia de Barcelona, cuya obra y mano está por todos estos lados de Castilla la vieja, como solían llamarle. Una catedral gótica bellísima cuyo pago por entrar es de 6 euros y no hay audioguías, ahora la modernidad te conecta a tus celulares. Bella, pero cuando se conoce la Catedral de Sevilla ya no hay nada que lo apantalle a uno. Es como ver el Vaticano y no persignarse allí dentro, donde están las tumbas de los dos papas, Juan Pablo primero, el de los 33 días, al que le dieron su cafecito para dormir y se les pasó la mano y lo mandaron a dormir por una eternidad, y su sucesor, Juan Pablo Segundo, al que quería todo el mundo. Cenamos, caminamos un poco, y a dormir la meme temprano, porque al otro diez partimos a Oviedo, en Asturias, patria querida. Ahora no nos toca el AVE, pero vamos en el Talgo de Renfe, con los mismos vagones modernizados y el mismo servicio, aunque aquí llegó una empleada enojona pidiendo que nos pusiéramos los cubrebocas, por poco le aplicamos la de Porfirio Muñoz Ledo, que acusó que el gobierno de México está en complicidad con los narcos. O Cuitláhuac, el gobernador de Veracruz, que llegó presumiendo la inauguración de un hospital y bateando a los gobernadores anteriores y, ¿qué creen? al otro día se le inundó, para que no ande de hablador presumido, dijo un jarocho. En los lugares de servicios públicos, trenes, aviones y taxis es obligatorio el cubre bocas, nos subimos, arranca el tren como cuando gritaba el garrotero en Tierra Blanca: vamonoooosssss, y nos íbamos. Silencioso, con vagones modernos, pantalla de TV, compartimientos para equipajes, el costo es abismal, mientras el AVE te cobra casi por la misma distancia 77 euros más 10% de IVA, el Talgo de Renfe (Redes Nacionales de Ferrocarriles Españoles) cuesta 16.85 más 10% de IVA, unos 320 pesos mexicanos. Vas viendo la campiña, el sol comienza a aparecer, son las 10 de la mañana, amaneció con frio de 13 grados, el verdor de las montañas y sus cerros nos descubre la maravilla de todas las provincias españolas, sitios donde mejor se come y mejor se vive, hace muchos años que los españoles brincaron de la pobreza que los tuvo al término de la Guerra Civil, ahora se ve la mejora en sus lugares, sus casas bien conservadas, entejadas la mayoría, sus animales al lado, la vaca que les da leche o los cochinitos para comer o las gallinas para merendarse. Contrastan las casas modernas con las antiguas de tejas, bellas ambas. Al pie de las vías pasan los caminos estatales, y a lo lejos se logra ver una autovía, sus famosas autopistas, que ni las cobran ni son como las porquerías de Capufe, caras y malas. Y no hablo mal de mi terruño, es solo que hay que ver la diferencia. Aquí hay orden y disciplina, alguna vez manejando infringí una regla de un rebase, y me detuvieron los agentes de tránsito, vienen en parejas, les llaman los gemelos, mi suegra, doña Matilde, que venía con nosotros, me dijo cuidado, no les vaya a ofrecer una mordida. Jajajajaja, pensé que venía del país de las mordidas y era cierto y no, me infraccionaron y allí mismo me cobraron la multa, mediante recibo a la mano y colorín colorado, ese tramo se había acabado. Todo lo contrario de los asaltantes de tránsito del Estados que aterrorizan por los tramos de Ixtaczoquitlán y no hay quien los pare. No es que no haya corrupción, en todo el mundo hay corrupción, pero hay países que han ido superando ese flagelo, España es uno de ellos, y prueba de ello es que sus autovías, sus famosas autopistas, que son de primera, son gratis. Nada de que a pagar a Capufe y demorar 1 hora para cruzar la caseta de Fortín-Córdoba-Orizaba. Me encanta el tren, en ese voy trepado ahora, como la Adelita en tiempo de la revolución. Es una pena que hayamos perdido la grandiosidad de los trenes en México, cuando teníamos el que corría de Veracruz a México y salías de noche y en la noche y llevaban hasta espacio de camarote para dormir. Los olvidaron, los dejaron morir porque los viejos priistas, los Hank y Alcántara y compañía, dueños de los camiones de transporte, a propósito, quebraron a los Ferrocarriles Nacionales de México y allí nuestro atraso. Estados Unidos tiene sus trenes de Alta Velocidad, los Antrak, España los AVE, Francia los suyos y toda Europa, menos nosotros.