Acertijos

Gilberto Haaz Opinión

*De Juan Velázquez: “Reabrir el caso Colosio, un circo”. Camelot. 

Gilberto Haaz Diez

LA BODA NO AUTORIZADA 

Darío Celis, enterado y bien informado columnista del diario El Financiero, reveló que el pleito entre AMLO y Peña Nieto es de a mentiritas. Pura ficción, lo que si no es de mentiritas fue la negativa de Palacio Nacional a que la boda de la hija del expresidente, se celebrara en México. Así lo reveló el columnista:

“Hasta hace unas semanas las preocupaciones del expresidente para con la 4T estaban centradas única y exclusivamente en un tema más mundano: la próxima boda de su hija Paulina Peña Pretelini. Fue un golpe para la familia y particularmente una decepción para la joven que el inquilino de Palacio Nacional les prohibiera que el casamiento fuera en México, en compañía de sus familias, allegados y conocidos. Peña pidió a finales del año pasado permiso por conducto de un tercero y López Obrador le mandó decir que “aquí nada”. Hasta ahí la comunicación más reciente entre ambos políticos.

Luego a nivel familiar el debate sería el tamaño de la fiesta de octubre próximo: obvio, Paulina quería una gran boda y su papá la que menos llamara la atención para no incomodar al tabasqueño. Por los cuidados y procuración de la relación, el anuncio de la semana pasada de que le abrieron una carpeta de investigación a Peña Nieto por rebelársele al de Macuspana, suena más a otro distractor”. Fin del texto del Financiero.

Voy yo: Todos recordamos que, cuando aquella boda de la hija, Mar, de Juan Collado, el día que Julio Iglesias se echó un palomazo y esa rola de ‘Abrázame’, hacía que Peña Nieto y su novia Tania Ruiz derrocharan melcocha de la buena. Pero en Palacio Nacional, que odian esas bodas del Hola y solo les gustan las tabasqueñas con tlayudas y aguas de Jamaica, como en tiempos de Echeverría, fue el punto de partida para que detuvieran al padre Collado y al expresidente le dijeran que se marchara, y eso hizo, y se marchó y a su barco le llamó libertad. Tomó vuelo privado y se fue a España, donde aún vive acalambrado, pues cuando se mueve le dejan ir una de la unidad de inteligencia financiera o de la FGR, aunque sea de a mentirirtas. El enigma es ¿dónde será la boda? Inviten.

LA RECEPCION (AMLO-BIDEN) 

Cuando AMLO llegó a Washington, a la cita pactada con Joe Biden, los analistas comenzaron a vislumbrar que el presidente no fue tratado con la cortesía debida, al principio, quizá en venganza por el desaire a la Cumbre de las Américas. Amor con amor se paga, suele decir AMLO. Solo tendrá una reunión con Joe Biden, ni comida ni cena, dicen en Washington que a Joe Bien le hicieron una agenda para que, se reuniera lo menos posible, con alguien que los legisladores demócratas y republicanos ven como un enemigo de Estados Unidos, o sea nuestro presidente. Cuando llegó a la Casa Blanca, se le vio entrar solo, normalmente a los presidentes los recibe el anfitrión. No habrá ni comida ni cena ni nada parecido. Es más bien una reunión protocolaria, porque a Biden le interesa el asunto de los migrantes y a México también, pues, según reveló anoche Ciro Gómez Leyva, las remesas mensuales a México de los paisanos son del orden de 4 mil millones de dólares mensuales, el doble de lo que vende Pemex, que, según David Páramo, lo que los paisanos envían en remesas, Pemex se los gasta en los agujeros que tiene como una empresa chafa y mala, gastadora y sin utilidades, puras pérdidas. Veremos cómo termina el día de la gira a Estados Unidos, un vecino que anda medio sentido con la política de AMLO defendiendo a los gorilas como Maduro, Canel de Cuba y el diablo de Nicaragua. Dios nos agarre confesados, aunque una buena parte de congresistas dicen que ya se va, que le queda poco. Kamala Harris le tiró un rollo mañanero, en traje rosa le dijo que le daba gusto tenerlo. El tabasqueño se dijo contento. AMLO tuvo su rato populachero, cuando migrantes abajo del hotel le gritaban apoyos, el presidente les mandaba abrazos y besos y el clásico amor con amor se paga. Te queremos, le gritaban los paisanos. Biden y AMLO se reunieron en el Salón Oval, con las dos mujeres intérpretes, bajo un retrato señero de Abraham Lincoln. Al final, AMLO le tiró un Viva México y un Viva Estados Unidos y Biden sonrió, como si estuviera en Orizaba: Sonríe, estas en Orizaba.

www.gilbertohaazdiez.com 

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