*El precio de desentenderse de la política es el ser gobernado por los peores hombres. Platón. Camelot.
Gilberto Haaz Diez
LOS PERIPLOS EN LOS MEDIOS
Los dirigentes de los partidos políticos, periplaron por los medios electrónicos. Unos en las redes, otros en las teles, me dicen que uno que sobresalió con Joaquín López Dóriga fue Dante Alfonso Delgado Rannauro, quien fue gobernador interino del cuatrienio y puede volver a ser, constitucionalmente, candidato al gobierno de Veracruz, sino se amachina en sus cosas. Un emecista de su equipo, me dijo que,si eso se logra y Dante gana la gubernatura, irá al otro día con la escoba a recuperar el Acuario y a demandar penalmente a todos los que hayan hecho tropelías. A correr como el Checo Pérez en Fórmula Uno. Todo está en una gran reunión que deben llevar a cabo los que suenan para contender. Por Orizaba, Juan Manuel Diez Francos, alcalde que tiene a la ciudad en los cuernos de la luna del turismo, Veracruz Puerto y Boca del Río, los dos hermanos Yunes (Miguel Ángel y Fernando), por el PAN de Veracruz, también Julen Rementería, y del PRI, Pepe Yunes Zorrilla. Todos estos, como en el Brindis del Bohemio, deben sentarse en su debido momento y dilucidar quién va por la corona. La experiencia del domingo, en que Morena ganó 4 gubernaturas, y las dos de la oposición, se debieron a que se unieron, aun rindiendo la plaza el tal Murat de Oaxaca y el Omar Fayad, que quiere la Embajada de Qatar. Alito Moreno, presidente del PRI nacional, amenazó que si aceptan cargos se van expulsados del PRI, para lo que les vale a este par. Y ahí viene el otro en camino, el primo chulo de Peña Nieto, Alfredo del Mazo, ese también va a entregar el Edomex y buscar la Embajada del Vaticano, o la que le ofrezcan. Opina la gente que estos opositores veracruzanos se tienen que sentar, porque del otro lado nada más hay dos: Sergio ‘Checo’ Gutiérrez Luna y la Rocío Nahle, todo lo demás es morralla, diría el difunto Freyre, a ver de qué cueros salen más correas.
DANTE SEGÚN HECTOR DE MAULEON
Dante Delgado sabe que tiene cuatro caminos de cara a las próximas elecciones presidenciales.
El primero es seguir construyendo una opción política ajena a la de los viejos partidos tradicionales: marchar solo en 2023, marchar solo en 2024 y apostar a que sus cuadros más relevantes —Colosio, el más visible— adquieran un peso y una madurez que hoy no tienen, en los comicios de 2030.
Hay un segundo camino, un segundo cálculo, que Delgado ha esbozado entre algunos de sus cercanos: aliarse con Morena en 2024, en caso de que el actual canciller Marcelo Ebrard —candidato de Movimiento Ciudadano en 2006— sea el gran elegido del presidente.
Delgado ha vislumbrado que MC muy pronto puede convertirse en la segunda fuerza política de México. Con ese capital, sumado al de Morena, —según cree el dirigente—, la candidatura de Ebrard sería prácticamente invencible.
La tercera vía es que Ebrard no resulte el candidato oficial.
En esa ruta, la apuesta de Delgado sería dividir a Morena. Ofrecer al canciller la candidatura presidencial y crear, con un político conocido y experimentado, que en los últimos años ha sido el gran apagafuegos de la administración de López Obrador, el contrapeso político que, desde la izquierda, pueda vencer, incluso enterrar el lopezobradorismo.
La última carta en la baraja de Dante Delgado consiste en llevar a MC a la alianza opositora integrada por el PAN, el PRI y el PRD, que a pesar de todos sus descalabros logró reunir en 2021 un mayor número de votos que el partido oficial. La condición de Delgado sería que se le deje elegir al candidato presidencial de la coalición.
Estas son las cartas que hoy tiene en las manos Dante Delgado. El dirigente tiene tiempo y margen de maniobra. Tiene también una lección: las coaliciones dan votos.
Eso se demostró ayer en Aguascalientes, Durango, Tamaulipas, Quintana Roo, Hidalgo y Oaxaca.