*Y cuando despertaron, Miguel Ángel Yunes Linares, corría la casi Maratón, llegado de Ucrania, como señaló el diario Notiver. Camelot
Gilberto Haaz Diez
LA REAPARICIÓN DE YUNES
Con barba a la Tom Hank, en esas películas muy suyas, vestido como Rafa Nadal, como si fuera al Abierto de Roland Garros, todo en azul con el número 416 en el pecho, que dicen ese número le da suerte, shorts y zapatos de tenis y una botella en la mano, para evitar la deshidratación, Notiver presentó las fotos donde corrió al lado de Chikifer, su hijo, en la Carrera Internacional del Golfo 10 kms. Yunes Linares ha sido un deportista disciplinado, es de esos personajes que se levanta muy de madrugada y se mete a su caminadora o lo que tenga en casa, y cuando gobernaba se le veía en las mañanas en Boca del Rio en el bulevar, dándole duro a la carrera, algunas veces Elías Assad, su jefe de prensa le seguía el paso, pero se quedaba rezagado dos cuadras con la lengua de fuera. Tengo una amiga que corrió. Yo Mero estaba ese día en Boca del Rio, en Plaza Andamar, y desde ahí por las tardes se veía la multitud de gente, porque es un torneo nacional, la amiga me dijo que Miguel Ángel sigue teniendo buen rating, en contraste, como se vio, que el actual gobernador fue a un partido de béisbol y solo tres de sus aduladores le aplaudieron, no esperó dos outs y mejor se marchó. Cosas de cómo se gobierna. A Miguel Ángel le buscaban para las selfies, me dijo esta amiga que logró tomarse una con él. Y mañana les cuento mi día en Veracruz-Boca del Rio.
LA BESÓ EL DIABLO
Se rumoró que la titular de Turismo en Veracruz Estado, Xóchitl Arbesú Lagos, fue cesada y despedida de esa titularidad porque, como en tiempos de Echeverría y Gustavo Carvajal Moreno, ‘la besó el diablo’. Sucede que fue a visitar a la alcaldesa panista, Paty Lobeira de Yunes y el gobernador Cuitláhuac se enteró y dejó el machete donde andaba chapeando con su número dos, y trajo el otro machete de la guillotina, y le cantó a la Xóchitl: Fue un placer conocerte. Y la cesó. Aunque él lo niegue. Besar al diablo es histórico. Ocurrió cuando Luis Echeverría dejó de ser presidente del país y ya lo era José López Portillo. Todos creían que vendría un maximato, que Echeverría seguiría mandando en San Jerónimo, donde residía. Hasta allá iban las caravanas de priístas, en lugar de ir a Los Pinos, hasta que una mañana a Gustavo Carvajal le brotó el jarocho que todos llevamos dentro y mentando madres les dijo a los priístas, que quienes visitaran a Echeverría en San Jerónimo, los besaba el diablo. El último que había ido a ese besamanos, era Augusto Gómez Villanueva, ese viejito de 92 años que apareció todavía mamando en las nóminas hace dos días, cuando se presentó con el grupo de congresistas amigos de los rusos, y no sabe el pobre, por el alzhéimer que sufre, donde queda Rusia. Así fue la historia de la de Turismo en Veracruz, fue a ver a Paty y la besó el diablo, eso dicen, a mí no me lo crean
LAS TLAYUDAS QUE NO ERAN
Como aquel No era penal, la gente del gobierno descubrió que doña Guadalupe Piña, la mujer que se atrevió a meterse al aeropuerto Felipe Ángeles y vender las tlayudas, y más famosa se hizo cuando un Guardia Nacional la increpó y quería sacarla de ese espacio, no vendía tlayudas, eran tostadas doradas. Sucede que ella comentó a Azucena en Milenio, que ese día se levantó temprano y se fue a vender algo que no son tlayudas. Contó que demoró casi dos horas para llegar, un auto de su esposo se desvieló y se treparon a un taxi. No es de Oaxaca, del estado de Murat, es del estado del campeón de los asaltos a al transporte público, Alfredo del Mazo, el primo de Peña Nieto, y tampoco se llaman tlayudas, son doraditas o huaraches toluqueños, que prepara con queso y carne y ese día vendió las 200 que llevaba, sacó para la semana. El gobierno de AMLO la encontró y la publicitó. Estos días va a vender en Los Pinos y en otros sitios de concurrencia, en el aeropuerto no, porque ahí no se paran ni las moscas. No hay pasajeros ni acarreados ni mirones, y solo dos o tres vuelos. Doña Guadalupe Piña venderá sus doraditas en mercados y lugares que le asignen. AMLO debía ponerle un sitio fijo, donde venda, es una mujer que se gana la vida honestamente y, como le dijo Eugenio Derbéz al presidente, cuando los acusó de vendidos, se gana su dinero con el sudor de su frente.
