*Mi ciudad es Chinampa en un lago escondido. Camelot.
Gilberto Haaz Diez
LAS CALLES PEATONALES
Todas las ciudades tienen sus calles peatonales. Cerradas al tráfico de autos y propias para los caminantes, que hacen camino al andar. He andado en varias y recuerdo algunas. En la Ciudad de México hay varias. La ciudad las ha cerrado al tráfico vehicular y las han dejado para que los peatones paseen por ellas. Las han adecuado. Yo camino seguido, cuando puedo, la del Carmen en Puerta del Sol en Madrid, la que esta pegadita al hotel Liabeny, la embajada de México en Madrid, porque allí se hospedan muchos mexicanos y veracruzanos. En el techo le cuelgan algunos tendederos para que cubran un poco el sol, en tiempos de verano. Solo permiten el paso de las patrullas policiacas y los surtidores de los negocios, y alguna que otra ambulancia cuando se requiere. Esa calle a veces tiene más gente que el carnaval de Veracruz del Pollo Pérez Fraga. Y es el corazón de los peatones, cerca está la Gran Vía y los teatros y El Corte Inglés, que es como el Palacio de Hierro, pero a lo bestia. Las de México hace mucho que no las camino, porque hace mucho que no voy. Pero sé que cerradas son muchas de ellas y quieren llegar a 42 mixtas, mitad peatonales y mitad vehiculares. Recuerdo la Plaza España en Roma (Piazza Spagna), famosísima porque siempre está llena de turistas que en sus escaleras, allí se ponen a ver la tarde y a tomarse un helado y a ver pasear a las lindas mujeres romanas y a las turistas del mundo. Esa siempre está llena, atiborrada de turistas. Wikipedia: La Plaza de España está situada en una de las mejores zonas de Roma: la Vía dei Condotti (famosa calle para ir de compras), la Vía Frattina y la Vía del Babuino (con varios palacios del siglo XVII y XVIII) son algunas de las calles más destacadas de la ciudad. Caminando por la Vía del Babuino llegas hasta la Plaza del Popolo, donde se encuentra el obelisco flaminio, un obelisco de 24 metros que antiguamente adornaba el Circo Máximo. Subiendo por sus escaleras llegas hasta la Terraza del Pincio, uno de los mejores miradores de Roma (Cierro Wikipedia). Allí anda uno baboseando y te metes a las grandes tiendas para ver cuántos euros vale un pantalón o lo que se te antoje. Y si te va bien, solo como anécdota, puede que encuentres algún jeque árabe, como una vez vimos uno que llegó con su séquito de ensabanados y le cerraron la tienda Versace para él solito, y su mujer y acompañantes. Las escaleras más famosas del mundo son las de la plaza España, tiene 135 y en ellas a veces se celebran los desfiles de las grandes modas. Por allí, a través de la historia, deambularon papas, cardenales, reyes, golfos, cuenqueños como nosotros y uno que otro turista jarocho.
LA DE LA CALLE MADERO
Y toqué el tema de las calles peatonales, porque en Orizaba, Pueblo Mágico que no tiene mar, pero tiene un Pico de Orizaba, y es un gran atractivo turístico, hace unos días el Ayuntamiento retiró de la calle Madero unos kioscos que servían para que la gente que transita esta atiborrada calle se siente a cubrirse del sol o la lluvia y a descansar y a tomarse un helado o un café o comprarle un dulce palanqueta o lo que sea a los indígenas que allí ofertan sus productos. Esa calle tiene su historia, cuando la primera Administración de Juan Manuel Diez Francos la cerró, ardió Troya. Se opuso muchísima gente, entre ellas muchos comerciantes de la calle Madero. El tiempo abonó a favor de que sirviera para que la gente caminara sin peligro y al comercio nada le pasó, al contrario, subieron sus ventas, aunado a que se pusieron parquímetros en calles laterales y sirvió para que la gente rolara por ratos, porque los espacios los tomaban los dueños de los comercios en detrimento de sus ventas. Pero al paso el tiempo, como arbolito navideño, a esa calle le comenzaron a poner cosas, casetas telefónicas londinenses, hubo una vez que hasta una torre Eiffel le fijaron, que ni al caso venia, tiene sus farolas y tiene su leones, como vigías de la ciudad, y tiene vida, es una calle que tiene vida, según esto el Ayuntamiento se llevó los kioscos para darle su manita de gato, porque estaban deteriorados, y la gente espera, según una encuesta Mitofsky que hice hace un rato, como cronista de a pie, quieren que los kioscos regresen donde estaban. Bueno.