*De Machado: “Solo en la tierra en que se muere es nuestra”. Camelot.
Gilberto Haaz
LA TUMBA DE MACHADO
El pueblo francés de Colliouri celebró el 22 de febrero, el 83 aniversario de la muerte del gran poeta español, Antonio Machado. En ese pueblo, donde Machado llegó huyendo en la Guerra Civil, junto a su madre, allí encontró la muerte a las tres semanas de llegar y han pasado todos estos años para que muchísimos españoles pidan que sus restos retornen a España, su patria, a Sevilla, que le vio nacer y no morir. Pero los franceses ya lo ven como suyo y dijeron nones. La tumba es muy visitada, suele la gente dejar cartas y mensajes y estos se han enviado a un museo para que la historia registre ese caminar. Machado padecía del corazón y tenía asma cuando llegó a ese pueblo, pobre, sin dinero, ayudado por su hermano José, que lo sostenía a caminar. Tenía 64 años, pero parecía un viejo. El destierro lo mató. Le dolía España. Llegaron a un hotel y Machado empeñó alguna prenda que traía para tomar un café, porque llegaron con hambre. A esa tumba han llegado muchos a rendir homenaje al gran poeta, desde Pablo Casal que un día llegó con su violonchelo a tocar una pieza en ese cementerio vacío, quizá solo oyéndolo el poeta y madre. La tumba de Machado está cubierta siempre de flores y papeles y algunas banderas republicanas. Hay un buzón y las cartas se envían a la Fundación Machado en esa ciudad, ya el alcalde de ese pueblo gritó a los cuatro vientos que no se irá de allí el poeta, que si escogió para morir esa tierra, allí se queda. La madre murió 72 horas después que el hijo y fue sepultada en ese mismo sitio. Es una tumba de peregrinar, han ido presidentes de España a visitarla y media humanidad va y le rinde pleitesía y homenaje al poeta español. “La patria de Machado es su tumba en Colliouri”. Gritan los franceses. “Profeta ni mártir / quiso Antonio ser. / Y un poco de todo lo fue sin querer”, dice Serrat en la antología, que reconoce que la figura de Machado ha servido de altavoz a la estampida que en 1939 llevó a 500.000 españoles a atravesar la frontera. Los franceses lo conocen con una palabra sin traducir —Retirada—. Y muchos de nosotros por aquel. ‘Caminante no hay camino, se hace camino al andar’. Allí anda Machado, quizá platicando de versos con el otro grande muerto y asesinado, Federico García Lorca. Rememorándole su frase: ‘Una de las dos Españas ha de helarte el corazón’.
LA QUEEN RADUCANU
Los ingleses la llaman su reina, Queen Raducanu, es la chiquilla que un día sorprendió al mundo al ganar el Abierto de Nueva York, después de comenzar desde abajo para calificar en ese torneo sin perder ningún set y, cuando llegó a la final con otra jovencita de 18 años, Leylah Fernández, uno intuía que allí venia el relevo generacional. Con solo 20 años es ganadora de un Grand Slam y así llegó con esos entorchados a Zapopan, Jalisco, al Torneo de tenis femenil. Sembrada número uno, pisaría la cancha para su primer juego. Cuando se vence tan temprano, tan jovencita, el problema ya se te convierte a ti, porque ahora tú eres la rival a vencer, y eso le ha traído consecuencias funestas, como le ocurrió en Zapopan, cuando una australiana sin ranqueo en el torneo le ganó en tres sets su primera partida. Alguna vez le preguntaron a Bjon Borg cuál era la diferencia entre los tenistas de élite, respondió el sueco que es la mente. Como estés bien de la mente ganas o pierdes el partido. Así de fácil. A la Queen Raducanu le falta una gente que trabaje en su mente, pues llevaba un set arriba (7-6) y de 3-0 se derrumbó hasta abandonar la cancha fingiendo una lesión que no tenía. Hay que ir hasta lo último, vencer o morir, pero no huir. Mejor suerte para la próxima.
PRIMERA LLAMADA, PRIMERA
El país vive en clinchs. México esta convertido en un ring de box. No hay día que el presidente AMLO no riña con alguien, me imagino que se levanta todas las mañanas y se mira al espejo y pregunta: ¿Quién toca? Todo lo contrario al presidente Adolfo López Mateos que, a su secretario particular, Humberto Romero, al levantarse por las mañanas, preguntaba: “¿Qué toca, Humberto: viajes o viejas? Era otro México divino. AMLO recibió, como en el teatro, la primera llamada del poderoso Blinker, secretario de Estado, para que se ponga las pilas y dejen de matar periodistas en México. Una riña. La otra la protagonizó el Ministro Zaldívar, ese que quería reelegirse, con Margarita Zavala, esposa de Calderón, por las muertes de los niños en aquella guardería ABC. No fue lejos por la respuesta Margarita Zavala le dijo que era un mentiroso, y que se pusiera a trabajar, porque tiene esa dependencia del carajo, más o menos.