Acertijos

Gilberto Haaz Opinión

*La vida sería imposible si todo se recordase. El secreto está en saber elegir lo que debe olvidarse. Camelot 

Gilberto Haaz Diez

AQUELLA MAESTRA GORDILLO 

La maestra Elba Esther Gordillo, volvió al escenario social y político gracias a su tercera boda. Tuvo un error de logística, la fue a hacer en Oaxaca, donde los Murat, padre e hijo, la odian, según palabras de ella misma al noticiero de Ciro Gómez Leyva, aunque el hijo del Talibán José Murat, el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, lo negó. Ese Murat padre fue asesor del gobernador JDO de Veracruz y por eso, por mal asesorar, terminó mal nuestro paisano. Escogieron mal el lugar, debió venir Elba Esther a casarse a Orizaba, aquí en el Polifórum hubiera tenido una boda esplendida y sin líos, aquí no hay revueltas y es Pueblo Mágico, y hasta el alcalde Juan Manuel Diez Francos la hubiera casado, pero en fin. Y con la boda, recordé aquel año cuando la entrevisté. Va la historia. 

Sucede que un día de mediodía en Veracruz, donde hay mar y el mar, cuando se mira por primera vez, da la sensación de aquel suceso cuando al coronel Aureliano Buendía su padre lo llevó a conocer el hielo. Llegaba Elba Esther al Puerto, iba al WTC a una conferencia de su partido. Aún era priísta y ya reñía con Roberto Madrazo, que ocupaban el uno-dos de esa presidencia, él, presidente, ella, secretaria general.  

RUMBO AL WTC 

Era la mujer más poderosa de México con el sindicato más numeroso del país, el de los maestros. Ya rompía con Madrazo un agosto de 2005 y lo denunciaba de porro. Madrazo se encaminaba a la candidatura presidencial, donde seria apabullado por un vaquero con botas. Eran tiempos del otro PRI. Estando con un café en Notiver, con el director Alfonso Salces, Miguel Ángel Yunes Linares me invitó a ir por la maestra Gordillo, que llegaba al aeropuerto Heriberto Jara de Veracruz. Pues hacia allá nos dirigimos, diría un poeta. Hacia buen sol, el mar de Veracruz, tranquilo. Poco viento, como se acostumbra. Yunes ya era su gente de confianza, gran operador. Nos encaminamos al área VIP de los vuelos privados, veinte minutos después apareció el jet privado, el mismo donde tiempo después sería detenida por Peña Nieto y pandilla que la encarcelaron. El piloto rodó hacia el hangar el hermoso Lear Jet, se abrió la escalera y bajó la maestra con dos ayudantes, uno de ellos su secretario y creo su peinadora. Mujer poderosa, era la que lideraba tremendo sindicato de maestros. Saludó a Miguel Ángel y a todos nosotros, una pequeña comitiva de unas cinco personas. Yunes tomó el volante de la Suburban, se fue de conductor designado, Yo Mero atrás del piloto, para las preguntas qué le haría, dos asientos ocupados por sus dirigentes sindicales. Platicaba con Yunes de la política nacional y fue cuando le hice un par de preguntas, para reseñar la crónica de ese viaje de unos veinticinco minutos, lo que dura el trayecto del aeropuerto al WTC de Boca del Río. Era mujer pantalonuda, a Madrazo le pegó un par de madrazos, bien merecidos, Roberto se comía la candidatura presidencial, en contra de muchos priístas: “Nada me atemoriza y me arredra. Soy mujer de vientos y tempestades. Jamás ningún viento en contra me ha derribado”, algo así me dijo. Llegamos y entró a su acto, ovacionada por sus compañeros de sector y de partido, Yo Mero me fui al lobby del hotel a escribir esa crónica que saldría un día después en Notiver, y que la maestra Gordillo se llevó por la mañana e iba leyéndola de regreso a su vuelo. Le pareció buena entrevista, dijo, con todo y que era más crónica que entrevista, porque con solo dos preguntas le hice el relato. Yunes Linares ya se aupaba a las ligas mayores, tiempo después llegó al ISSSTE, a la secretaría de Gobernación como coordinador de asesores con Felipe Calderón, hasta pisar el home en Veracruz, cuando de 2016 a 2018 se convirtió en gobernador de Veracruz, por dos años solamente, cuando muchos dicen que debieron ser los seis, pero cést la vie, diría un francés. Así recuerdo aquella vez de hace un tiempo lejano, cuando Elba Esther Gordillo llegó a Veracruz y Yo Mero, arriba en esa Suburban, entre picudos pude relatar los momentos de poder que vivía esa mujer, luego llegó su desgracia y encarcelamiento, pero ahora vive de nuevo la intensidad del amor y del poder y, asegura, que comenzará de nuevo en la política. Those were the days, my friends. Así fueron esos días, mis amigos. 

www.gilbertohaazdiez.com    

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