*Un proverbio árabe recomienda dar al necesitado un pan y una flor: el pan para poder vivir, la flor para querer vivir. Camelot.
Gilberto Haaz Diez
FEBRERO LOCO
Febrero loco y marzo otro poco, suele decir la consigna popular. Es una mañana del mes que comienza, no es bisiesto porque, me dice Wikipedia: “Los llamados ‘bisiestos’ son aquellos que suceden cada cuatro años y se caracterizan por tener un día más: el 29 de febrero. Por tanto, en este año 2022, en el que febrero tendrá 28 días, no es bisiesto. El último año que fue bisiesto fue en 2020 y no tendremos otro año bisiesto hasta 2024”. Pero es un mes donde comienzan las suradas, al menos en esta zona de las altas montañas, donde el huamachito florece y los vientos son como los del Guadarrama, en España, cuando rememoro aquel poema cursi de Amado Nervo, la Amada Inmóvil, el poema a una muerta donde menciona el viento del Guadarrama. Esos vientos del Guadarrama bañan todo Madrid, cuando se ponen pesados y entran las suradas como en esta Orizaba. Pero aquí vamos, caminando ahora un poco y despeinándose porque, les cuento de una peli.
LA CASA GUCCI (PELICULA)
Anoche vi una película en Roku, competidor de Netflix. La casa Gucci, dirigida por el gran Ridley Scott con un buen elenco: Al Pacino, Salma Hayek, la veracruzana de Coatzacoalcos, Lady Gaga y el gran Jeremy Irons, historia verídica de aquel cruel asesinato del heredero de Gucci, orquestado por la loca mujer que fue su esposa, para quedarse con la parte del dinero que no le tocaba, pues se sentía heredera Gucci sin serlo, era una plebeya entre el glamour de esa riqueza de la moda. La Casa Gucci, cuyos orígenes vienen del esfuerzo y el trabajo, llegó a costar en estos años 60 mil millones de dólares, y, como todo en la vida, fue adquirida por los árabes, que todo lo compran, sino pregunten al Paris Saint-Germain. Pacino magistral, nuestra Salma de bruja pitonisa, que lee las cartas y va guiando a la mujer ambiciosa a un crimen que sacudió al mundo de la moda. Una mirada al asesinato de Maurizio Gucci el 27 de marzo de 1995, nieto heredero de Guccio Gucci, fundador de la famosa marca de lujo italiana. Su futura ex esposa, Patrizia Reggiani, ordenó su asesinato para recibir su parte de la herencia. Filmado en su mayoría entre Italia y Nueva York, la familia, cuando vio el filme, la nieta heredera pegó el grito en el cielo, dijo que su abuelo, interpretado por Al Pacino, no lo caracterizaba bien, porque su abuelo era guapo y alto y bien vestido y un buen tipo de ojos azules, y el pobre Pacino está gordo y bofo y chaparro y con patillas, muy feo, y se pone cada día más feito. Y el otro, Jared Leto, que da vida a Paolo Gucci, la nieta dice que este está para llorar: Horrible y feo. Buena película de dos horas y pico, Ridley Scott es un genio de la dirección. Digna de verse.
ESAS RELACIONES NUESTRAS
La Doctrina Estrada cada día se marchita. La 4T ha utilizado a las embajadas como asuntos de políticos, y en casos de escándalo como violadores, caso de Pedro Salmerón, que cuando esperaba el plácet de los panameños, le mandaron un ‘tenga para que aprenda’ a respetar a las mujeres, y la SRE renunció a esa petición. Pero si pensaban que ahí se quedaba la cosa, el gobierno propuso a Jesusa Rodríguez, gran defensora de la mariguana y mujer a la que despedazaron en las redes sociales. Fue peor el caldo que las albóndigas, llegaron a decir los panameños y mandaron un warning, que México necesita más a Panamá que Panamá a México. Y un expresidente panameño pidió rechazar a la tal Jesusa y llamó ‘irrespetuoso’ a AMLO. Martha Bárcena, mujer que conoce los caminos de las relaciones, exembajadora en Estados Unidos, criticó que para embajadas y consulados se estén utilizando gente de la política, que no tienen idea de las relaciones diplomáticas. Echeverría puro, diría Kamalucas, un filósofo de mi pueblo.