Xalapa, Ver.- A los 33 años una joven maestra llamada Lucila Godoy viajó de Chile hasta México para apoyar el proyecto educativo de José Vasconcelos, en 1945 esa misma maestra ganaría el Premio Nobel por su obra literaria, pero sería mejor conocida como Gabriela Mistral. Este año, la Feria Internacional del Libro Universitario FILU 2022 conmemoró 100 años del arribo de la escritora a tierras mexicanas, por las que toda su vida tuvo un genuino cariño.
Este jueves, con la presencia de decenas de estudiantes interesados en conocer la obra de Mistral, la Casa del Lago fue escenario del conversatorio entre Pedro Pablo Zegers, director de la Biblioteca Nacional de Chile y especialista en la obra de la escritora, el cronista de Xalapa, Vicente Espino Jara y el encargado de negocios de la embajada de Chile Jorge Vidal Rodríguez.
Gracias a México Mistral es un personaje conocido en toda América
Pedro Pablo Zegers, quién recientemente recibió la medalla al mérito universitario antes de hablar de Mistral «de la que podría hablar todo el día» agradeció la invitación para participar en la FILU y destacó lo afortunado que es por poder dedicar su vida al estudio de la literatura y sobre todo a la obra de la poeta:
«Son 42 años estudiando y ha sido un privilegio, porque es un privilegio poder dedicar toda una vida a estudiar lo que nos gusta, de verdad creo que es algo que se debe decir abiertamente porque es la vocación lo que se debe decir abiertamente, una cosa es la formación y otra la vocación».
Tras ello hizo un breve repaso por los pasos de Mistral en México, país al que llegó en 1922. Fue José Vasconcelos quién le externó que «México la recibe con los brazos abiertos, haga lo que mejor le convenga».
Mistral, fiel a su inclinación por llevar educación por las zonas más necesitadas emprendió una serie de conferencias en zonas rurales, que le recordaban además su natal Chile «yo sólo soy una cabrera» solía decir la educadora que aunque no tuvo una formación académica formal fue descrita por su amiga, la diplomática Palma Guillén como «una mujer culta. No hay mujer más sabia que Gabriela Mistral».
Zegers también recordó que fue en México donde floreció la carrera literaria de Mistral «Su opera prima surge aquí en México no es un mero elogio al país o a ustedes los mexicanos, es un acto de justicia porque posibilitaron que un personaje nuestro con una procedencia que representaba muchas dificultades y aunque sea políticamente incorrecto decirlo, en esa época importaban mucho como ser de provincia, pobre y mujer, pero creo que gracias a su tenacidad hoy es día es reconocida en toda América Latina y el mundo».
Gabriela Mistral en Xalapa
El cronista de la ciudad de Xalapa, Vicente Espino Jara fue el encargado de recordar el paso de la poeta por la capital veracruzana, no sólo porque vivió por espacio de dos años en el Lencero, sino que realizó varias conferencias para contagiar su amor por la enseñanza.
«Mistral dio conferencias a los maestros de la Normal Veracruzana, además también estuvo en el Colegio Preparatorio de Xalapa, generando una empatía y contagiando su pensamiento universal que aglutina una pasión y amor por América, por lo que nos es común y en esos encuentros fue afortunada Xalapa porque abrigó conocimientos y esperanza».
Zegers y Jorge Vidal compartieron alegremente su visita a la exhacienda de El Lencero «dónde se siente la presencia de Mistral» e hicieron un llamado a poder colaborar y destacar esta presencia «por ejemplo, no tienen fotografías, nosotros en la Biblioteca Nacional tenemos mucha que podrían envestir muy bien el espacio» comentó Zegers.
Sobre esta presencia de Mistral en Xalapa, Espino Jara también compartió con los asistentes un libro del primer cronista de la ciudad, el doctor Gustavo A. Rodríguez en el cual se recopilaron firmas de personajes ilustres que visitaron la ciudad, ahí está la contenida la voz de la escritora que denominó la capital como una «casa fina tanto como lugar como en su gente» y se alegró profundamente de «tener un mes de vida xalapeña».
Continúa el legado de Mistral
«A veces como chileno no se tiene noción de qué tan grande es Mistral, es hasta que sales que te das cuenta de su relevancia» expresó Jorge Vidal Rodríguez quién compartió la labor que ha hecho la embajada de Chile en México para dar a conocer el legado de la poeta y su relación estrecha con los mexicanos, sobre todo en este año tan importante.
En ese sentido, un aliado importante ha sido la Secretaria de Educación con quién han intentado realizar el recuento de las escuelas fundadas por Mistral, pues existen rumores que hablan de entre 500 a 1 mil escuelas. Otro esfuerzo ha sido la colección de Gabriela Mistral al náhuatl, iniciativa que ha entregado más de 2 mil copias en diferentes escuelas rurales del país:
«Es un homenaje justo al personaje, a esa dedicación por acercarse a las personas en zonas rurales e indígenas que necesitaban el acceso a la educación de calidad».
Con información de AVC