Poder Judicial, la austeridad que llegó para quedarse
* Los buenos oficios de Joana Marlen Bautista
Por Iván Calderón
Gracias a la política de austeridad implementada en el Poder Judicial del Estado de Veracruz por instrucciones de la magistrada Presidente Isabel Romero, su ejercicio presupuestal 2021 estará cerrando con una histórica reducción de más de $218 millones de pesos.
Le explico.
Con tan solo “apretarse el cinturón”, con la eliminación de prestaciones innecesarias y ostentosos gastos por parte de magistradas y magistrados, se obtuvieron estos reajustes que van de la mano con las acciones implementadas en tiempos de la “4T”.
Y es que, de acuerdo a documentos de transparencia, el presupuesto ejercido en el PJEV alcanzó en el 2019 un máximo de 2 mil 102 millones de pesos, correspondiente al último año de Edel Álvarez Peña, para el año 2020, se bajó a mil 905 millones de pesos y para este ejercicio 2021, la cifra cerrará sobre los mil 884 millones de pesos.
De esta manera, la Dirección de Administración del PJEV a cargo de Joana Marlen Bautista Flores, habrá de ejercer menos de mil 884 millones de pesos de su presupuesto anual, algo verdaderamente histórico, en comparación a lo que venía ocurriendo con el anterior Gobierno, donde el derroche y los excesos convirtieron a esta instancia en el “cuerno de la abundancia” para los togados y personal de alto nivel.
Con los buenos oficios financieros de Joana Marlen Bautista en el PJEV se limitaron a lo indispensable, eliminaron conceptos como papelería de “lujo”, suprimieron el Fondo Revolvente, además de prescindir de la contratación de diversos auxiliares en áreas administrativas que sólo engrosaban la nómina y hasta quitando a choferes.
Incluso, luego de crear el Plan de Austeridad y Eficiencia se logró un ahorro considerable, ajustando servicios personales, gratificaciones extraordinarias, cancelando plazas de personal de confianza de base, instaurando acciones austeras que llegaron para quedarse.
Alcanzar un reajuste en el gasto, sin afectar la operatividad del PJEV, no es ninguna tarea fácil.
No obstante, tanto la Presidenta Isabel Romero, como Joana Bautista lo están logrando, no sin encontrar ciertos reclamos de algunos titulares de las Magistraturas y de sus empleados que se oponen a renunciar a la abundancia del pasado.
Sin embargo, son más los Magistrados y Consejeros que han aceptado voluntariamente una reducción en sus ingresos por sueldos y compensaciones por 12.6 millones de pesos y con la eliminación de fondos auxiliares, se dejarán de erogar más de 18 millones de pesos en este año.
Con lo anterior, se estará dando certeza presupuestal al Poder Judicial, sin dejar de cumplir con los compromisos financieros con proveedores y constructores, previéndose que para el año 2022, la solicitud que haga este el PJEV al Poder Ejecutivo y Legislativo ronde los mil 699 millones de pesos, con lo que se conseguirá una reducción aún más importante en el ejercicio fiscal venidero.
Indudablemente la intolerancia a las nuevas políticas financieras en el Poder Judicial han provocado golpeteos, mezquinos señalamientos, y hasta injurias contra quién hasta el momento tiene la labor de cuidar los dineros.
Pero, Joana Marlen ha dado respuesta en su misión de recomponer las finanzas actuando con transparencia, honestidad y eficiencia, siendo atinada su designación.
Dirán misa, pero la austeridad, al menos, en el PJEV, si se logró.
Veremos qué es lo que pasa.
@IvanKalderon
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