Xalapa, Ver.- Familiares, amigos y la clase política 2004-2010 se congregaron en el Congreso de Veracruz para rendir homenaje póstumo al exgobernador Fidel Herrera Beltrán, fallecido el 2 de mayo.
Fue su hija, Rosa Herrera Borunda, la encargada de colocar la urna con las cenizas de su padre en el centro del Pleno del Congreso del Estado, le acompañaban sus hermanos, Fidel y Javier.
También le acompañó el presidente de la JUCOPO, Esteban Bautista Hernández y en representación de la gobernadora Rocío Nahle, el subsecretario de Gobierno, José Manuel Pozos.
Un aplauso extenso acompañó a la familia y a decenas de amigos que no disimularon su tristeza por despedir al político, al líder, al amigo, al tío Fide.
Tras una breve semblanza y tras recordar su toma de protesta en ese mismo recinto, inició el homenaje luctuoso.
A nombre de la familia, el diputado federal Javier Herrera Borunda, recordó las palabras de su padre, «yo trabajo para Veracruz desde que me levanto hasta que me acuesto. Yo les digo, no eran palabras, era su verdad más absoluta».
Recordó la mente prodigiosa que lo distinguió desde la niñez. «Ocurrente, simpático, como buen cuenqueño, culto, dicharachero, hizo del trabajo su pasión, hizo del trabajo su destino».
Javier Herrera recordó que su padre siempre tuvo la mano extendida para quien lo necesitara, «él respondía sin condiciones, sin distancias, sin demoras».
La voz se le quebró al recordar a su madre, Rosa Borunda, quien falleció 11 meses atrás, después de compartir 50 años de vida junto a Fidel. «Lo llamaban tío Fide porque era cercano, porque era querido, porque era parte de la familia de todos».
«Que la historia del tío Fide siga latiendo con fuerza en cada rincón de Veracruz», pidió Javier Herrera, el único de sus hijos que decidió seguir sus pasos en la política.
Tras el emotivo mensaje, autoridades estatales rindieron una guardia de honor, para abrir paso al gabinete que le acompañó durante su gobierno, el gabinete ampliado, sectores, exalcaldes, exdiputados, diputados actuales del PRI y del PVEM.
Mientras tanto, afuera del Palacio Legislativo, un pequeño grupo de familiares de personas desaparecidas, exhibía una lona con la leyenda «Guardia de Horror», reprochando la realización del acto póstumo en la «Casa del Pueblo», señalando que en el gobierno de Fidel Herrera iniciaron las desapariciones y culpándolo de heredar las riendas del estado a Javier Duarte, quien trajo a Veracruz una desgracia mayor.
Independientemente de la dividida opinión de las y los veracruzanos, es cierto es que Fidel Herrera no fue únicamente un protagonista de su tiempo, sino una presencia constante, una voz reconocible, una figura que marcó —para bien o para mal— el pulso de un Veracruz que aún lo recuerda con intensidad.
De la Redacción