Monse Ortega
Por Omar Zúñiga
La renuncia de la diputada Monserrat Ortega a la fracción parlamentaria del PAN en el Congreso local, realmente no ha sido tal (ajá).
La diputada, que llegó a su curul gracias al respaldo de Acción Nacional, pues es legisladora por el principio de representación proporcional, es además, cónyuge del expresidente estatal del partido blanquiazul Pepe Mancha.
Aunque la renuncia no es oficial y ella misma se encargó de “aclarar” que no se va del PAN, la separación del grupo parlamentario sí, pues ayer mismo, se anunció su adhesión a los diputados del PRI Ana Rosa Valdés y Héctor Yunes Landa, con la intención de conformar un Grupo Mixto.
Esta resolución se realizó sin decir ni siquiera “agua va” en el edificio de Zamora en la capital del estado, por lo que los mismos panistas están sorprendidos de la decisión, que aparentemente tendría que ver con la apertura del blanquiazul a candidaturas ciudadanas.
La misma diputada en conferencia de prensa dijo que no se va del Partido Acción Nacional, sólo se separa del Grupo Parlamentario, por supuestamente no estar de acuerdo en la conformación de las planillas municipales, pero sobre todo por supuesta violencia política en razón de género en contra de Federico Salomón, el presidente estatal blanquiazul, aunque de buena fuente sabemos que esos recursos han sido desechados.
Esta situación recuerda –proporciones guardadas- a la postura que adoptó el senado Miguel Ángel Yunes Márquez, que terminó sumándose a la fracción parlamentaria de Morena y acabó expulsado de las filas panistas.
No se puede dejar de mencionar que Pepe Mancha está identificado con Miguel Ángel Yunes Linares, cabecilla del Cartel del Estero. Saque usted sus propias conclusiones.
Ciertamente, diversos panistas consultados al respecto, sostienen que esta acción no es correcta, pues el PAN siempre la ha respaldado, tanto a ella como al mismo Pepe.
Quien traiciona una vez, traiciona siempre.
¡Qué barbaridad!