Los dos guerreros más poderosos son la paciencia y el tiempo. Camelot.
Gilberto Haaz Diez
CON LOS ARANCELES QUE COSAS SUCEDEN
Amaneció el día de los aranceles trumpistas. Mañana de martes 4, que se debe sentir horrrrible, como decía Derbéz. La patria amenazada por los aranceles. Temprano la presidenta Sheinbaum en su mañanera habló que el comunicado de la Casa Blanca, era ofensivo. Remató diciendo que daría respuesta el próximo domingo en el Zócalo de México, donde la patria siempre se reúne o para lamer sus heridas o celebrar triunfos políticos o expropiaciones, como aquella de Lázaro Cárdenas con el petróleo. Aquella vez llegaba el pueblo y la gente humilde llevaba sus gallinas, a ofrecerlas para pagar esa expropiación. Aquí ahora no. Quizá irán a llorar con el gobierno. Los partidos políticos de oposición criticaron como populista barato y ramplón el acto en el Zócalo, se preguntaban qué demonios se gana con los aplausos y decir que se apoya al gobierno, cuando todo mundo sabe que siempre se estará con el gobierno en casos como este.
Cosas de las políticas. Por la mañana los analistas económicos, predecían a la Walter Mercado, en qué nos afectaría. Nadie sabe y nadie supo. Es la primera vez en la historia de México-EEUU que aquellos nos clavan aranceles, como rejones en tarde de toros.
Es cierto que si a un agricultor le elevan el pago de sus envíos, este se lo tendrá que cargar al que le compra y el que compra lo cargará al consumidor. Así es esa cadena. La otra es que dejen de comprar, porque al no haber tanta venta quizá reduzcan sus compras.
En la industria automotriz es otro rollo. La Honda, que hacia el Civic en México, ya le dio miedo y anunció que se va a Estados Unidos. Allí se pierden empleos mexicanos.
Las adhesiones llegaron. Veracruz se sumó con el mensaje de la gobernadora Rocío Nahle García.
El secretario de Comercio, para que no quedaran dudas, por la misma mañana atribuyó la medida de los aranceles a las drogas y al fentanilo, que pasan por México, Canadá y China les surte. Reafirma la tesis de Trump y. aunque se le hayan enviado 29 malosos y faltan otros más, no está lleno ni satisfecho. Utiliza el poder de ese país, que es la potencia mundial número uno en economía, para golpear a sus adversarios, porque ahora así nos ven.
Injusta la medida, porque Claudia Sheinbaum como presidenta ha hecho hasta lo imposible por desmantelar laboratorios y su brazo derecho, Omar García Harfuch, rinde día a día, a costa de su vida, buenas cuentas. Además, la cereza del pastel de enviarle a 29 malosos, incluido el Caro que tanto querían, es cosa de reconocer.
Lo único malo es que Trump se lleva al pueblo, decía un opositor, cuando debió arremeter contra todos aquellos que se hacían los dormidos cuando aquí crecían los narco laboratorios y el paso de la gente a Estados Unidos era como de carretera de autopista.
Trump es una gente de dar miedo. Llegó desatado a su segundo mandato y seguro que muchos preferirían a Kamala Harris. Con ella no habría habido tanta tos, que se nos está convirtiendo tosferina.
Miren como doblegó a Zelensky y cómo se fue a los brazos del comunista killer, Putin.
Alguien por allí comentó que la idea de la presidenta Sheinbaum de postergar unos días su proclama del domingo en el Zócalo, quizá obedece a que hablará con Trump el próximo jueves y a lo mejor allí nos levanta el castigo, como maestro de escuela.
Esperemos.