Xalapa, Ver.- Al abandono familiar, la enfermedad y al alcoholismo, atribuyó el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, la muerte de Rafael, un hombre en situación de calle que murió el martes pasado en un pasillo del Palacio de Gobierno, pese a que la persona requería de la ayuda de las instituciones asistenciales del gobierno, ante las condiciones en que se encontraba.
«Es una situación triste y dolorosa, porque es abandonado por la familia, la familia no tiene ningún interés en apoyarle, por adicciones a veces, lo dejan a la deriva, es muy difícil atenderlos preventivamente”, dijo, pese a las cartulinas de ayuda que unos ciudadanos colocaron para llamar la atención de las autoridades.
El mandatario veracruzano se limitó a considerar la situación como “triste”, porque «a ese tipo de personas no los reclama nadie».
Sin hacer alusión a la probable omisión de autoridades municipales y estatales en este caso, se puso a recordar que él vio un caso similar en una carretera de Tabasco a Veracruz, donde encontró a una señora que caminaba esa vía de comunicación.
Iba a Nanchital buscando familiares, sus hijos que dejó con su abuelita paterna, porque se separó de su marido y no tenía trabajo. Ante esto, resaltó que por eso los programas de apoyo social son para los más pobres.
Cabe destacar que en el caso de Rafael, el indigente fallecido, vendedores del parque Juárez afirmaron que el DIF no los ayudó a darle albergue y luego de eso murió.
Linda Mora