Cuando la política y las embajadas chocan. Camelot.
Gilberto Haaz Diez
LOS LIOS DE LAS EMBAJADAS
Agustín Gutiérrez Canet, ha sido un periodista y diplomático casi toda su vida. Desde aquel tiempo, cuando un golpe de estado derrocó a la dirección de Excélsior, este periodista ya publicaba en lo que era el mejor diario de América Latina, hasta que la mano del poder los echó a patadas y gracias a esa patada nacieron Proceso, UnomasUno, La Jornada y muchas plumas que buscaron espacios en otros lados. Eran los mejores escritores de aquel tiempo. Gutiérrez Canet se había retirado de los escritos. En la Secretaría de Relaciones Exteriores fue director general de Comunicación Social (1982- 1985) y subdirector general de Prensa Extranjera (1980-1982). De 2003 a 2005 fue coordinador de Información Internacional en la Presidencia de la República y director del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana (1998-2002).
Ayer volvió a El Universal y cuenta una anécdota de su paso por las embajadas. Va:
“En el Servicio Exterior Mexicano también di batallas por defender un México democrático y tolerante. Como Ministro de la Embajada en España, con la anuencia de la SRE y a solicitud del gobierno español, gestioné una reunión entre el líder opositor Cuauhtémoc Cárdenas con el viceministro de Asuntos Exteriores, Inocencio Arias. Pero Carlos Salinas de Gortari ordenó mi inmediata salida de la representación en Madrid.
Años después, ironías del destino, expedí en la Embajada en Dublín un poder notarial a Salinas, expresidente enfrentado con el mandatario Ernesto Zedillo. Complicó la delicada situación la presencia en la residencia de mi huésped narcisista, hijo de quien fuera mi admirado jefe, don Jorge Castañeda el Bueno. Entonces, Zedillo instruyó mi remoción de Irlanda.
Tratar de ser coherente en la vida es duro y difícil. Me han derribado pero la satisfacción de hacer lo correcto, de levantarme con honra, siempre me impulsó a seguir adelante”.
EL HURACAN DEL DOMINGO
En domingo anuncia el meteorólogo Isidro Cano Luna, que llegan vientos de 100 kilómetros a Veracruz, con un Norte frio y eso apanica. Ese mismo día, toma posesión el otro huracán, que no es el Huracán Ramírez, aquel glorioso luchador, nooooo, es el huracán Trump, quien amenaza con aranceles y cosas que solo en su poderosa cabeza caben. Lo primero que haré, dijo, será firmar un decreto para poder deportar a quienes se les pegue la gana, ayer mismo salió con la jalada de crear un SAT independiente, una especia de impuesto que fijaría a los países que exportan a Estados Unidos, todos, no solo México, y eso apanica mas que el viento frio. La presidenta Claudia Sheinbaum señaló en La Mañanera: que no está de acuerdo con la creación de un organismo especializado para recaudar aranceles en Estados Unidos. “Vamos a tener diálogo con el gobierno de Estados Unidos, es algo que no es nuevo, lo ha dicho ya varias veces, y nosotros en ese sentido no estamos de acuerdo, porque sabemos y lo respetamos mucho, pero en el caso del tratado comercial entre Canadá, Estados Unidos y México, ha beneficiado mucho a Estados Unidos en empleo, producción”.
Veremos, dijo un ciego.