Columna Sin Nombre

Opinión Pablo Jair

ColumnaSinNombre | DIONISIO PÉREZ JÁCOME Y SU LEGADO: TEC DE MINA, SUS LIBROS, ANÉCDOTAS

+ Reafirma CEAPP compromiso con el gremio periodístico.

Ya sé: Don Nicho no era un héroe de la 4T.
Pero era un veracruzano fuera de serie.
Merece distinción y su lugar en la historia.
–Chopenjawer

En el panteón municipal de Coatepec, una cripta familiar que reluce (una mini explanada) es el de la familia Pérez Jácome.

Ahí están enterrados los miembros de esa estirpe que nació con la llegada de un exiliado español de apellido Pérez, quien llegó a atender una tienda como comerciante y que se casó con una joven Jácome, muy adinerada, de las familias antiguas de Coatepec, propietaria de una de las casas más vistosas en el centro de la ciudad.

Si bien Don Dionisio nació en el seno de una familia acaudalada, se le veía constantemente caminando por calles del Pueblo Mágico para comprar sus periódicos o en el restaurante “María Enriqueta” del Hotel Posada, propiedad de la familia Fernández, donde se reunía con otros connotados políticos como el también desaparecido Ignacio González Rebolledo, quien era su gran amigo desde la preparatoria.

También era común encontrarlo, con toda sencillez, comprando despensa en el Chedraui local.

Para la nueva generación quizás le resulte poco conocido el nombre de Dionisio Pérez Jácome, salvo sus famosas hijas estrellas de televisión Gloria y Lorena; o su hijo Dionisio Pérez-Jácome Friscione, quien fue secretario de Comunicaciones y Transportes en el gobierno de Felipe Calderón.

Pero “Nicho” Pérez Jácome tuvo mucho qué ver con la historia política de Veracruz, además de ser un gran benefactor de Coatepec, su pueblo natal.

Estuvo a nada de convertirse en gobernador, pero los arreglos de las cúpulas del entonces todopoderoso PRI beneficiaron a Miguel Alemán Velasco.

En sus últimos años, Pérez Jácome apoyó al priísta Pepe Yunes y estaba convencido de que el peroteño iba a ganar la elección. De hecho se sabe que el ex candidato a la gubernatura lo buscaba seguido para pedirle consejos, por lo que tenía una estrecha amistad con él.

Este martes 14 de enero, Don Dionisio falleció a las 88 años de edad, en el Hospital Ángeles de Xalapa. Trascendió, pero dejó un gran legado que difícilmente podría resumirse en una columna. Su vida es como un libro muy extenso.

De hecho, dejó al menos 5 escritos: “El Congreso Constituyente de 1916-1917. Aportaciones de la Diputación Veracruzana”, “Veracruz 1914-1915, Cuna de la Legislación Pre-Constitucional de Don Venustiano Carranza”, “Memoria del Fideicomiso del Instituto Tecnológico de Minatitlán 1970-2020. Crónica de un modelo académico mantenido por medio siglo, gracias a un esfuerzo compartido entre el Gobierno y la Sociedad”, “Memoria del Instituto Tecnológico de Minatitlán y su fideicomiso 1970-2015”, y “Memorias de mi actuación pública y de las relaciones que cultivé con los gobernadores del estado de Veracruz durante 60 años (1950-2013)”.

De estos libros, los que más llamaron la atención son los referentes a la fundación del Instituto Tecnológico de Minatitlán y a su relación con 12 gobernadores con los que colaboró: desde Marco Antonio Muñoz Turnbull hasta Javier Duarte de Ochoa, pasando por su cercanía con Fernando Gutiérrez Barrios.

Anoche un amigo cercano suyo nos hizo llegar sus obras.

Desconocía que Don Dionisio tenía mucho qué ver en la fundación del Tec de Mina —que acaba de cumplir 52 años de existencia— pues formó parte del patronato que ayudó a su creación al instituto, junto a personajes de muy alta relevancia histórica en el país como Antonio Dovalí Jaime, impulsor de la industria petrolera en México (el puente “Coatza II” y la refinería de Salina Cruz, Oaxaca, llevan su nombre); Justo Félix Fernández López, el gran empresario cafetalero que creó un emporio que se sostiene hasta la fecha; Antonio Murrieta Necoechea, impulsor de la ingeniería civil y el deporte; el banquero Carlos Abedrop Dávila; José Luis García Luna Hernández, uno de los más destacados directores del Instituto Mexicano del Petróleo; y Antonio Ruiz Galindo (con su familia) uno de los industriales veracruzanos en los ramos de la hotelería, construcción y diseño de muebles, así como de armado de automóviles.

Esas mentes brillantes —entre las que se encontraba Don “Nicho”– fueron los que asentaron las bases con el fideicomiso que originó la construcción del Tec y su eventual desarrollo.

Debe decirse que por esos años el Tec de Mina era la respuesta del entonces presidente Luis Echeverría a las inquietudes de formar un centro educativo que formara a las futuras generaciones de ingenieros de la industria petrolera y petroquímica, que estaba floreciendo en el sur de Veracruz.

Don Dionisio tuvo una larga trayectoria política y de esto destaca su relación con 12 gobernadores de Veracruz (todos priístas).

De hecho, resalta en sus memorias que su interés por el servicio público nació de su admiración por el gobernador Marco Antonio Muñoz Turbull (1950-1056), creador del Instituto de Pensiones del Estado y considerado como un ejemplo a seguir en la administración pública.

Cuenta también que fue expulsado del estado por el gobernador Fernando López Arias, por difamaciones en cuanto a que buscaba promover a un candidato a la gubernatura. Es también en esta etapa cuando tiene mucho contacto con su “padrino político y paisano admirado”, Roberto Amorós Guiot, uno de los grandes benefactores de Coatepec, ex senador de la república, director de Ferrocarriles, de Conasupo y secretario auxiliar de la Presidencia de la República.

Cuentan que Dionisio retribuye a Roberto Amorós otorgando el primer pago para los terrenos de lo que sería la unidad deportiva que se encuentra en la entrada de Coatepec que lleva —a petición de Don “Nicho”— el nombre de su padrino. Esto ocurrió en el sexenio de Rafael Hernández Ochoa.

Narra también en sus memorias que prestaba su casa al gobernador Agustín Acosta Lagunes para residencia oficial; o su otra casa en Coyoacán para que fuese ocupada como oficinas por Fernando Gutiérrez Barrios, con quien trabajó como representante de Veracruz en el entonces Distrito Federal e incluso lo apoyó para convertirse en diputado federal por Coatepec.

Esta cercanía con Gutiérrez Barrios —quien saltó de gobernador a secretario de Gobernación en el Salinato— hizo que Don “Nicho” también pasara por la Subsecretaría de Protección Civil, Prevención y Readaptación Social. Es decir, también sabía de los recovecos policiacos del sistema.

Y así va narrando sus vivencias con el resto de los mandatarios estatales: Dante, Chirinos, Alemán, Fidel… Busque ese libro, está muy bueno.

(Existe una anécdota sobre que una vez Don Dionisio se enojó porque lo llamó el gobernador Fidel Herrera a su oficina, y al abrir la puerta se encontró con una escena incómoda de esas conocidas por Tío Fide, por lo que inmediatamente cerró la puerta y se alejó del despacho del Ejecutivo).

Sobre la relación que tuvo con el último gobernador priísta, Javier Duarte de Ochoa, confiesa: “contra mi voluntad me vi obligado a prolongar el desempeño de un cargo, que si en principio parecía interesante, finalmente trajo limitaciones tan injustificadas a mi función y a mi persona, lo que me obligó a presentar insistentemente mi renuncia, la cual tardó varios meses en ser aceptada”.

Pérez Jácome se refería a cuando fue director del Comité Organizador de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014; cargo en el que era saboteado por la familia de la esposa del gobernador.

El velatorio de Don Dionisio Pérez Jácome se llevará a cabo este miércoles en las instalaciones de Bosques del Recuerdo, la famosa funeraria de Xalapa. Las puertas estarán abiertas para recibir a quienes deseen presentar sus respetos entre las 12:00 y las 19:00 horas. A las 14:00 horas, se celebrará una misa en su memoria.

Con él, se cierra un capítulo de una generación de políticos que difícilmente se volverán a ver. De esos que ya quedan muy pocos, pero que además representan una vieja escuela formada en un país post-revolucionario todavía muy joven.

Con Don Dionisio se va toda una historia política en Veracruz.

ÚNICA NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI: Este martes, los integrantes de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas realizaron la Primera Sesión Ordinaria del Ejercicio 2025, en la que se aprobaron importantes acuerdos para el funcionamiento y desarrollo de la Comisión Estatal… Entre los acuerdos sometidos a aprobación se encuentran: el Calendario Oficial de Sesiones Ordinarias del Pleno, la autorización al titular de la Secretaría Ejecutiva para suscribir convenios y contratos en representación del Organismo Autónomo. Asimismo, la instrucción al Comité de Transparencia para emitir la convocatoria para integrar el Consejo Consultivo de Gobierno Abierto… En esta sesión también se aprobó el Programa Anual de Desarrollo Archivístico correspondiente al ejercicio 2025. Además, se presentó el informe trimestral, correspondiente al periodo de octubre a diciembre 2024, sobre las actividades realizadas por la Contraloría Interna, destacando los avances en materia de control y supervisión… Por último, se discutieron diversos temas en el apartado de asuntos generales, donde los integrantes del Pleno participaron activamente, reafirmando su compromiso con el gremio periodístico veracruzano.

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