Xalapa, Ver.- Tras la destrucción de la escultura Coatl, pieza emblema del parque Natura (hoy Naturalia), un grupo de artistas y activistas, entre ellos Elsa Naveda, iniciaron una ardua labor para su reconstrucción y preservación.
La serpiente, concebida como una obra interactiva creada por Rocío Sagaón y Laura Navarro en 2007 para el disfrute de niños, niñas y familias, fue destruida por una constructora durante la remodelación del parque Naturalia.
El incidente dejó a Coatl fracturada en tres pedazos y enterrada entre escombros. La intervención inmediata de la comunidad artística y el respaldo ciudadano en redes sociales lograron visibilizar el caso y presionar a las autoridades para actuar.
Las tres piezas base para la reconstrucción de Coatl se encontraban enterradas en un hoyo y algunas escamas fueron recuperadas por ciudadanos entre los escombros.
«Nos costó mucho trabajo, pero logramos que nos entregaran los restos y los pusieran en su lugar original», narró Elsa Naveda.
La reconstrucción comenzó exigiendo la devolución de esas tres piezas. Una vez recuperadas, el arquitecto Alberto Robledo unió las partes con varillas y ferrocemento, para posteriormente colocar la cerámica que formaría las escamas. Estas fueron realizadas en el Taller del Tomate por Djahel Vinaver, discípula e hija de la recién fallecida Rocío Sagaón, junto con un equipo de 25 creadores que elaboró alrededor de 1,200 escamas.
Tras la destrucción de la escultura, la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA), la Secretaría de Cultura y la empresa constructora responsable firmaron acuerdos para mitigar el daño. Entre los compromisos destacaron: reimprimir el catálogo del Simposio Internacional de Cerámica Escultórica de 2007, financiar la reconstrucción de la escultura y elaborar nuevas placas informativas para las piezas donadas.
La restauración fue supervisada por Elsa Naveda, quien veló por el cumplimiento de los acuerdos y recibió piezas recuperadas por ciudadanos.
Aunque la serpiente recobró su forma, perdió su carácter utilitario. «Antes los niños podían subirse y jugar sobre ella. Ahora, al unirse solo tres pedazos, ya no soporta el peso, por lo que decidimos rodearla con un espejo de agua decorado con plantas acuáticas», explicó Naveda. Este elemento busca preservar la memoria simbólica de Coatl y su significado para los xalapeños.
Elsa Naveda destacó que Coatl ha sido más que una escultura; representa un punto de encuentro y un lugar de recuerdos para generaciones de habitantes. Fotografías familiares y relatos personales compartidos en redes sociales alimentaron un sentido de pertenencia clave para movilizar el esfuerzo colectivo.
La reconstrucción simboliza la resiliencia cultural. «No se puede determinar con certeza lo que ocurrió, pero logramos que la serpiente renaciera con nuevas escamas y una piel renovada».
Hoy, la serpiente Coatl espera su reinauguración oficial, mientras recibe visitas de quienes acuden a contemplar su resurgir, como un testimonio vivo del compromiso de la comunidad con su patrimonio cultural.
Con información de AVC