Perfilando

Iván Calderón Opinión

Cambio de FGE: instrucción de Nahle
Amado o David Jiménez

Por Iván Calderón

En julio de este año la gobernadora electa Norma Rocío Nahle García criticó fuertemente el trabajo de la Fiscalía General del Estado por tardarse, por ejemplo, más de 3 años en investigar a Miguel Ángel Yunes Márquez. En esos días ya estaba adelantando que se revisaría la Constitución en el tema de los 9 años de permanencia de la titular de la FGE.

Nahle, en declaraciones, recapitulaba que el asunto de la Fiscalía se hizo en el bienio de Yunes Linares, por lo que consideró que fue “a modo” para favorecer a su entonces fiscal general, Jorge Winckler Ortiz, a quien querían perpetuar en el cargo en el bienio yunista y posteriormente en el gobierno de su hijo, situación que no les funcionó.

“La Fiscalía tiene un periodo de estancia de 9 años que hay que revisar. Tiene un periodo de 9 años que también se cambió esa ley en el gobierno de Miguel Ángel Yunes, que hay que revisar qué tan conveniente es que duren los fiscales tantos años, pero eso le va a corresponder al Legislativo analizarlo y votarlo en su momento”.

Ahora llegó el momento.

Y es que, con el Congreso que la acompañará en la primera mitad de su gobierno y bajo el liderazgo del titular de la Junta de Coordinación Política, Esteban Bautista, se estará dando paso a un discreto pero eficaz cambio de mando de fiscal general, siendo una instrucción directa de la gobernadora, quien pretende colaborar con personas de su absoluta confianza dejando atrás los vicios del pasado.

No cabe la menor duda de que Rocío Nahle ya está gobernando, y que los hábitos que permitió Cuitláhuac García serán eliminados, pues el aún gobernador jamás terminó de entender que el poder no se comparte, se ejerce.

Si Verónica Hernández es bien asesorada debe estar entregando su renuncia y no esperar su destitución, para permitir así la construcción de una nueva etapa en los asuntos de procuración de justicia.

Y no es que la labor de Verónica Hernández como fiscal sea ni tan mala ni tan buena, pero a la tuxtleca le persigue una negra sombra que será muy difícil de sacudirse, y su salida ya está cantada.

Con lo anterior, se está dejando en claro que cualquier movimiento político que se esté haciendo en todo el territorio veracruzano será analizado y autorizado por la gobernadora Rocío Nahle. Atrás quedaron los comportamientos donde cada quien hacía lo que quería, bajo la complacencia de un mandatario sin capacidad de decisiones concretas y directas.

En fin, ya se verá quiénes serán los que ocupen la terna para convertirse en el nuevo fiscal general. Algunas miradas apuntan al municipio de Coatzacoalcos, donde el alcalde Amado Cruz Malpica es un excelente abogado y de todas las confianzas de la gobernadora, y otras miradas ven al abogado David Jiménez Rojas, especialista en temas de anticorrupción.

Pero, como en política nada es igual y todo va siendo, habrá que esperar.

Decía Reyes Heroles: “En política hay que conocer para actuar y hay que actuar para verdaderamente conocer.”

Nahle ya está actuando.

@IvanKalderon

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