En política lo que parece es. Camelot
Gilberto Haaz Diez
LOS ATAQUES A YUNES
A Miguel Ángel Yunes Linares, exgobernador de Veracruz y senador suplente por la gracia del PAN, se le aparecieron los fantasmas en un restaurante de Veracruz. Los gritos provenían de gente trabajadora del Poder Judicial, que se siente agraviada y traicionada por su voto. Qué solo ellos y nadie más sabe porque así lo hicieron, todo los demás son especulaciones, en ese estado donde hay cuentos de pescadores que arrulla el mar. Yunes Linares se acercó a ellos a intentar platicar, que no negociar, porque no hay nada que negociar. Los dos Yunes, padre hijo, y ahora no espíritu santo, trajeron en vilo al país, cuando Yunes Márquez desapareció como si hubiera sido objeto de una abducción por un OVNI, en el sistema de la ufología. Cuando apareció, es historia que todos vivimos y conocimos. Después del affaire de los gritos, al otro día el exgobernador reapareció en su hobby, caminar y trotar los 10 kilómetros en la zona de Veracruz-Boca del Rio, presumiendo el amanecer. Algún enterado de la política y de cómo se hila la misma, me dijo que esa temeraria acción de protestar contra el senador suplente, a él mismo lo ayuda, porque la gente por quien votó deben saber el costo de ese voto 86, eso dicen de Adán Augusto, que cada día los valora más. Bueno, pues.
LOS QUE ASPIRAN
Algunos no se mueven esperando la séptima entrada, por agarrar temas beisboleros. Otros comienza a aparecer con tirios y troyanos, a algunos les llega aquello del que se mueve no sale en la foto. Dejarse ver, dicen en mi pueblo. Es el caso de Ricardo Cuevas Segura, un empresario veracruzano, dueño de constructora y del afamado restaurante El Jaibón, con tres sucursales: Costa Verde, Velarde y Andamar de Boca del Río, que da y crea buenos empleos. Hijo de maestros, que laboraron duro para pagarle su carrera de licenciado en Finanzas, por la universidad de Nueva York en Bradford College, comienza a moverse en la zona boqueña y hace poco visitó en el Senado de la República a Jorge Carlos Ramírez Marín, ahora del PVEM, vicepresidente del Senado, con quien posó en la foto.