30 ABRIL DIA DEL NIÑO
Gilberto Haaz Diez
De Unamuno: “Agranda la puerta, Padre, porque no puedo pasar, la hiciste para los niños, yo he crecido a mi pesar. Si no me agrandas la puerta, achícame por piedad; vuélveme a la edad bendita en que vivir es soñar”. Camelot
EL DEBATE PRESIDENCIAL
Allí nos tenéis en tarde noche de calor, en espera del zipizape en que, suponíamos, se convertiría el Debate Presidencial, el segundo de una tanda de tres. Del primero habían dicho que Xóchitl dejó mucho que desear y que no era ella misma, aquella mujer que un día se paró a las puertas de Palacio Nacional y, cuando el Preciso no la quiso abrir, la convirtió en candidata presidencial. Allí llegaron acicalados, las dos mujeres y el dientón de la sonrisa Colgate, ese al que le exhibieron una foto de joven cuando se le fue a cuadrar a AMLO, antes que se le cuadrara a Dante Delgado, su ahora patrón y pastor y gurú. Rápido desenfundaron las fuscas y desenterraron las hachas y se dieron con todo. Xóchitl se fue sobre Claudia Sheinbaum. Ese era un pleito de dos, el otro es como invitado de palo, solo va a hacerle mala sombra, como se vio, y a criticar a Xóchitl Gálvez, con Sheinbaum poco se metió, quizá siguiendo la consigna dantista de no tocarlos ni con el pétalo de una rosa. Las propuestas llegaban, también los descalificativos. A Xóchitl le molesta que Claudia le llame a su partido el Prian, cuando ella es candidata ciudadana o panista. Y se lo dijo y por eso primero la comenzó a señalar como la Mentirosa, mientes, me haces daño y luego te arrepientes, y cuando la calentura subió de volumen la llamó, después que Sheinbaum le dijera corrupta, Xóchitl la llamó la ‘narco candidata’, y las campanas de los pueblos donde la delincuencia tiene control total, comenzaron a tañer. No sé si de júbilo o desencanto. En el Debate tocaron Veracruz, la Rocío Nahle y sus Dos Bocas y sus casas y mansiones neoyorkinas no se salvaron, salieron a relucir, por eso ella misma tuiteo algo contra Xóchitl Gálvez. Indefendibles las corruptas. Yo tengo ya la casita, que tanto te prometí.
LOS TIRITOS DESPUES
Lo caliente llegó después, cuando las televisoras tuvieron invitados del post debate. Imagen de Ciro Gómez Leyva había anunciado a Roberto Gil Suarth, un panista polemista y, en la otra esquina, el denostado y demandado y llamado Judas Iscariote, Arturo Zaldívar. Conocido también como el Ministro Matraquero, porque de presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, así le dijeron, terminó de matraquero de Claudia Sheinbaum. Triste papel. Fue buen duelo. Otro que estuvo bueno fue el de Televisa, donde moderaron Denise Maerker y el conductor del noticiero nocturno, Enrique Acevedo. Invitados fueron el panel de sus comunicadores, Raymundo Riva Palacio, Rene Delgado, Leo Zuckerman y Genaro Lozano. Y de cada bando, el polemista German Martínez y del otro lado un defensor de Sheinbaum. Duro también se dieron. Los ánimos están caldeados, un país dividido entre conservadores y chairos, un país que no ve la suya en crímenes, donde cada día asesinan a 89 o 90 personas, entre ellas 11 mujeres, un país al que les faltan medicamentos, ahora dividido como cuando las guerras civiles de los países, y bien lo dijo Abraham Lincoln en su discurso de la Casa Dividida, cuando la Guerra de Secesión: “Una casa dividida contra sí misma no puede permanecer y sostenerse”. Las palabras del presidente Lincoln frecuentemente reflejaban las de los autores y profetas bíblicos. Su advertencia sobre “una casa dividida” fue tomada directamente de las palabras de Jesucristo (Mateo 12:25; Marcos 3:25; Lucas 11:17). Así, no es de extrañar que la Biblia moldeara en gran medida su forma de pensar y su visión de la nación.
Tiempo después Sam Houston había utilizado la frase: «Una nación no puede dividirse contra sí misma».
Y ahora nosotros, los mexicanos, divididos en dos corrientes.