Xalapa, Ver.- La autoestima se relaciona directamente con la salud mental, lo que establece la importancia de controlar la ansiedad en los diversos entornos, comentó Ángel de Jesús Bustos Moreno, colaborador del Área de Salud Mental en el Centro Centinela en la región Poza Rica-Tuxpan de la Universidad Veracruzana (UV).
Al disertar con el tema “La ansiedad en diferentes entornos” como invitado del programa Naturalmente Universitario del Centro para el Desarrollo Humano e Integral de los Universitarios (Cendhiu), resaltó lo importante de considerar el contexto familiar e indicó: “Vivir en una sociedad en que factores diversos inciden negativamente en la autovaloración, hace que las redes de apoyo sean fundamentales para los procesos de acompañamiento psicoterapéutico”.
Por desgracia, las condiciones negativas no sólo se dan en la escuela o el trabajo, también en el entorno familiar; por lo tanto, es conveniente rodearse de personas con actitud y pensamiento positivos, de propuestas que mantengan la idea de superación personal.
“Cualquiera puede enfrentar situaciones negativas que repercuten en la autopercepción y valoración propias. La mayoría de pacientes que llegan desbordados en cuanto a emociones, con mucha tristeza y llanto, son quienes han vivido contextos de mucho riesgo, abuso sexual y físico entre parientes cercanos y hasta hermanos. A veces son los padres quienes generan violencia psicológica cuando recurren a la victimización”.
Cuando alguien advierta que es chantajeado o intentan manipularle, la recomendación es buscar las redes de apoyo, como el Cendhiu, que cada vez llega a más regiones y abarca más territorios. Resulta importante identificar estos recursos ante síntomas de ansiedad, pensamientos intrusivos, insomnio, exceso o disminución de apetito.
Explicó que el sistema nervioso central está dividido en dos: el simpático y el parasimpático; este último nos servirá para meditar, ejercer autocontrol y relajación. “Una de las estrategias con mis pacientes es poner atención a sus emociones, sensaciones y pensamientos. Cuando una emoción se refleja en dolor de pecho, estómago o náuseas, es momento de buscar ayuda”, finalizó.
Jorge Vázquez Pacheco
