Y cuando despertaron, llegaban nuevos amaneceres. Camelot.
Gilberto Haaz Diez
LOS CIERRES DE TELEVISA
En el futuro, dicen los enterados de estos asuntos tecnológicos, dejarán de existir Sky y Netflix, para suplirlos por otros esquemas de entretenimiento, como una vez Netflix suplió a los Videocentros de Azcárraga. Las redes sociales llegaron con cientos de propuestas, uno puede meterse a Tik Tok y allí perder un par de horas, entreteniéndose entre tantas cosas. Lo mismo ocurre en Instagram, en X antes Tuiter, por igual. Del Tuiter, decía una comunicadora que es como entrar a una cantina llena de borrachos, y es cierto, cual más se golpea en contra del otro. Televisa, la cadena más grande de habla hispana, anunció el cierre de 8 televisoras en el país en las provincias: Zacatecas, Tamaulipas, Chihuahua, Durango, Coahuila, Morelos, Estado de México y Chiapas han hecho público sus despidos. Lo doloroso es el despido del personal, la gente que allí ha laborado por años, porque Televisa es una buena empresa, protegió siempre a sus empleados y muchos de ellos tenían una seguridad social como la de Dinamarca, atendidos en los mejores hospitales privados desde el tiempo del tigre Azcárraga. Igual para liquidarlos, jamás les regatearon un centavo de su liquidación. Es una pena, pero se debe entender que muchos de los convenios de las televisoras eran con los gobiernos estatales y, cuando llegaron estos marros de Morena, derrumbaron todos los convenios televisivos. Ni hablar.
JOHN MC ENROE
El tenis es como el ajedrez. Debes ver lo que ocurre y hacer ajustes. He estado una sola vez en mi vida en un Abierto de Estados Unidos, en el Flushing Meadow, en Nueva York. Ya llovió desde ese entonces, fue allá por los años 80s. Y rememoro esto, porque apenas ayer vi un documental de John Mc Enroe, en HBO, que no es televisión. Es un documental muy humano, donde narra el nacimiento del hombre, un enfant terrible del tenis, que vino a cambiar la forma de jugar. Que fue el que derrumbó a Bjon Borg en Nueva York y Wimbledon y lo hizo retirarse. A sus 64 años, aun se le ve en las canchas como comentarista de una cadena televisiva. Con 77 títulos y 8 Grand Slam, con su raqueta de madera, que luego cambio a las modernas, Yo Mero lo vi cuando venció a Bjon Borg en Nueva York y me hizo recordar esas épocas donde el tenis mexicano era grande con el Pelón Osuna, antes de que en 1969 la muerte lo encontrara arriba de un avión. Bien lo decía Billie Jean King: “Un campeón tiene miedo de perder. Los demás tienen miedo de ganar”.
EL RIESGO DE JOE BIDEN
Joe Biden tiene un riesgo mayúsculo. A ratos se le bota la cuica. La edad se le vino encima, sin carnaval ni comparsa. Tiene 81 años contra 77 de su oponente que lo acecha, el maloso Donald Trump. El problema ahora es que no ha tomado el Ginco Biloba, que ese refresca el coco y la mente, Biden se empelota con los nombres, apenas hace dos días confundió al presidente AMLO con el de Egipto, y muchos piensan que valdría la pena un intercambio, que AMLO se vaya a Egipto y les dé sus mañaneras y venga el de allá, eso dicen los contrarios a los chairos. El riesgo es que Trump viene con toda la caballería pesada y los demócratas tendrán que trabajar horas extras para hacer ganar a Biden. México está atrapado entre esas dos corrientes, los republicanos y los demócratas que quieren hacer un Muro más Xingón, según lenguaje de Xóchitl. Veremos.