Columna Sin Nombre

Opinión Pablo Jair

@pablojair

LOS MARCIANITOS DEL CONGRESO

+ Lo que pidió el gobernador Cuitláhuac a su gabinete.
+ El Tren Interoceánico hizo bastante ruido.
+ Le están desmantelando la boutique al Tío Dante.
+ Y lo que dice Galván Ochoa.

Que todavía no sale la convocatoria, no se aceleren, vatos
–Chopenjawer


Lo que no ha parado de ser pitorreo a nivel nacional fue la ocurrencia de llevar al experto en el tema OVNI, Jaime Maussan, a la Cámara de Diputados.

En lo personal, creo que efectivamente mucha gente cree en lo sobrenatural y en Veracruz somos expertos para hablar de los nahuales que andan por la azotea y se van transformando; de los chaneques que perdieron a un primo en el monte cuando era chiquito (no presto nada); de la Llorona que alguien escuchó en la calle o los poderosos brujos de Catemaco; de las luces en el montículo donde estaban los gemelos en San Lorenzo Tenochtitlán o hasta los ovnis de Chavarrillo.

Veracruz está precisamente lleno de eso: de leyendas. Todos los pueblos tienen casas embrujadas, historias de fantasmas, de niños que juegan en el panteón. Son parte del folklore y esto se acrecienta cuando llega el tan gustado Día de Muertos, donde todo mundo se maquilla de catrinas, catrinos y catrenes.

Acá en Coatepec, por ejemplo, es muy común la historia de que los millonarios hicieron un pacto con el pituche y de ahí surgieron fortunas inmensas como la de las familias Murrieta o Mata. En Acayucan decían, por ejemplo, que había un «galáctico».

En un plan más serio, al científico y divulgador de ciencia más popular del siglo pasado, Carl Sagan, le atribuyen este dicho: «El universo es un sitio bastante amplio. Si solo estamos nosotros, me parecería un auténtico desperdicio de espacio». Esa frase la escuché también en la película (de mis favoritas de todos los tiempos, con una Jodie Foster que todavía no se decidía a salir del closet) llamada «Contacto», que habla precisamente de la posibilidad de que existan una o varias civilizaciones en eso que llaman el vasto universo.

Otra de mis favoritas sobre ese tipo de teorías del espacio-tiempo es «Interestelar», de Christopher Nolan, que me parece una de las películas más emotivas y mejor hechas, casi prediciendo lo inevitable: la extinción de la raza humana en el futuro y su búsqueda para sobrevivir en otros planetas.

La comadre Trinidad y su servilleta, por ejemplo, estamos harto influenciados por los X-Files, que coincidimos formaron parte de nuestra formación.

En fin, son bien respetables las creencias de cada quien.

Pero de eso a llevar a Jaime Maussan a la Cámara de Diputados, la neta era para chunga, papi.

Mire, hace unos años nos tocó entrevistarlo en Coatzacoalcos en el programa de chacota noticiosa llamado «La Noticia en el Café», en OlmecaTV; y lo llevaron los mismos de la ocurrencia de invitarlo al Congreso de la Unión.

Es curioso, pero en aquella ocasión el maestro César Vázquez Chagoya, líder del programa (abrazote al cielo, patrón), estaba renuente a entrevistar al polémico estudioso de los extraterrestres porque sencillamente no creía que fuese un tema serio.

Maussan llegó sencillo, en taxi. Muy callado. Antes de entrar a cuadro estuvo caminando un ratito así como meditabundo, con las manos en la espalda. Hacía recordar a Papá Pitufo cuando se ponía a reflexionar dentro de su casa-champiñón.

Recuerdo que Chagoya estaba así con jeta de «¿Y qué chingaos le vamos a preguntar a este cabrón?».

Al final de cuentas, era sólo para promocionar su conferencia en Coatzacoalcos, pero había que preguntarle algo. Por ahí alguien se acordó que estuvo en la versión «mexinaca» de 60 Minutos, que era de los programas de periodismo de investigación de la época ochentera…

Y que se suelta a hablar un Maussan que no conocíamos: habló de la situación de riesgo para el periodismo en México, del asesinato de Manuel Buendía y sus columnas que hablaron sobre la intervención de la CIA en México o de los narco-políticos de la época. Hasta el maestro se quedó así con cara «Anu-maaaaa» y le reconoció que era un hombre muy informado en temas como el de seguridad.

Al final de cuentas no todo fueron OVNIS, sino que vimos al Maussan periodista que pocos conocen.

El otro Maussan es el que vimos hace poco enojado, tratando de defender lo indefendible: que los marcianitos que presentaron en el Congreso son falsos y que todo mundo lo tachó de ridículo.

Y ya sabe, el mexicano se pinta solo para ser castroso: ya salieron los «tamaliens», los pasteles en forma del extraterrestre, memes de todos los colores, sabores y formas.

Se entiende que el Congreso de la Unión es casa de pueblo, pero pues también creo deben medirse los escenarios para hacer presentaciones de esa naturaleza y más si se quiere involucrar a instituciones serias como la UNAM.

Pero no hay que echarle la culpa a Maussan, sino al que lo llevó al Congreso en aras de tener reflectores.

Y sí: «Chequito» Gutiérrez tuvo la culpa por querer sus 15 minutos de fama y likes, muy desperdiciados, tratando de aclarar o justificar el teatro armado en San Lázaro que sólo causó burlas.

Mire, no es la primera vez que le salen mal las cosas a «Chequito». La vez pasada hasta sus cercanos estaban pasmados cuando luego de organizar un buen evento para reconocer a veracruzanos destacados, tuvo el desatino de hacer la payasada de jugar una cascarita entre las curules para subir un video «chistoso» a redes sociales.

«Había salido todo tan bien y salió con su batea de babas al final», me comentó un cercano colaborador.

Pero bueno, al final de cuentas esto se trata de algo más cósmico. Algo que no debería perderse entre la inmensidad de las chaquetas mentales de un lunático.

O sea, carnales, la neta, la verdad está allá afuera y Mulder no estaba loco: siempre tuvo la razón.

NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI: Lo que pidió el góber Cuitláhuac a sus colaboradores en la reunión que tuvo este lunes por la noche, en vista del futuro cercano que ya acecha: «Cerrar el gobierno con todo, sin distraerse y convocando a la unidad. Organizarse para cerrar bien la administración», pero sobre todo: «No pelearse entre compañeros»… El que entendió, entendió.

OTRA NOTA: Como ya habíamos comentado en esta, su columna favorita, el Tren Interocéanico ya causó mucha expectación en su recorrido de prueba desde Salina Cruz hasta Coatzacoalcos. La neta, no es para que diga uno, «joder, qué destinos tan paradisiacos para visitar», pero ya la sola experiencia de viajar en tren creo es algo que muchos están esperando hacer para no tener que ir hasta «El Chepe» que se mueve en tierra de narcos o hasta Europa… Ya varios andan preguntando como de cuánto será el boleto y comentaba este lunes en radio y videocolumna: a la de a wi-wi tiene que costar menos que el pasaje en camión, que anda entre los 500 y 600 varos. A ver con qué nos sorprenden en diciembre cuando ya se pueda subir la banda.

OTRA NOTA EXTRA: Que también en el estado de Guerrero ya se le andan rebelando las huestes al Tío Dante Delgado. Según medios nacionales, renunciaron unos 100 militantes y líderes de Movimiento Ciudadano (MC), aunque ya sabe, también es un deporte de la política eso de los «líderes» que dicen representar algo y no representan nada ni a nadie… Lo que llama la atención es que es un estado donde MC tenía buena representación en el pasado y al parecer los del PRIANRD han optado por desmantelar su estructura para ver si ganan algo en apoyo ciudadano.

LA ÚLTIMA PORQUE «VOA-SOÑÁ» BONITO LUEGO DE UN CAFÉ EN DON JUSTO: Lo dice el reconocido columnista de La Jornada, Enrique Galván Ochoa: «El Movimiento Ciudadano no va a apoyar a Xóchitl Gálvez. Los 3 Magníficos –el huevón, el ratero y el pendejo, según su descripción– fueron a Monterrey a echarle bronca al gobernador Samuel García y cerraron las puertas a cualquier entendimiento. Son 3 mil millones de pesos los que recibirán en conjunto como subsidio del INE y no necesitan ayuda para administrarlos. Ya transcurrió un mes desde su destape oficial y Xóchitl no crece en apoyo ciudadano».

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