Orizaba, Ver.- Los obispos de México han tenido un encuentro fraterno y cordial con el Papa Francisco durante su visita Ad Limina al Estado Vaticano, destacó monseñor Eduardo Cervantes Merino, obispo de la Diócesis de Orizaba. Este encuentro ha sido significativo para los obispos, quienes han recibido palabras de aliento y animación por parte del Sumo Pontífice.
Durante el encuentro, el Papa Francisco no se limitó a dar discursos preestablecidos, sino que estableció un diálogo fraterno en el que los obispos pudieron plantear las problemáticas que enfrentan en sus comunidades. El pontífice los alentó a abordar temas como la migración, la falta de oportunidades, los desaparecidos, la violencia y los enfermos, que generan dolor y sufrimiento en la sociedad.
Monseñor Cervantes Merino resaltó la importancia de la visita Ad Limina, destacando que la oración y la espiritualidad son elementos esenciales que fortalecen la misión de los obispos. A través de la fe y la esperanza, la Iglesia busca ofrecer un mensaje de aliento y esperanza a aquellos que enfrentan dificultades en su vida cotidiana.
Este encuentro con el Papa Francisco ha permitido a los obispos mexicanos fortalecer su compromiso pastoral y renovar su vocación de servicio al pueblo de Dios. La visita Ad Limina es una oportunidad para estrechar lazos con la Santa Sede y recibir orientación espiritual y pastoral directamente del Sumo Pontífice.
La presencia del Papa Francisco en este encuentro ha dejado una huella profunda en los obispos, quienes regresan a sus diócesis con un renovado espíritu de entrega y servicio a la comunidad. La Iglesia católica en México continúa trabajando en la búsqueda de soluciones a los desafíos sociales y promoviendo valores de solidaridad, justicia y amor.
La visita Ad Limina es un momento de encuentro y comunión que fortalece los lazos entre la Iglesia mexicana y la Santa Sede, reafirmando el compromiso de los obispos en su labor de pastoreo y guiando a los fieles en su camino de fe.
Gabriela Domínguez
