*Julio César en Los idus de marzo de Thornthon Wilder: “Yo, que gobierno tantos hombres, soy gobernado por pájaros y truenos”. Camelot.
Gilberto Haaz Diez
LLEGO EL QUE ANDABA AUSENTE
Con el fondo de un retrato señero de Francisco I. Madero, en Palacio Nacional, el presidente AMLO apareció intempestivamente. Como lo escribió el periodista Héctor de Mauleón: ‘Y al tercer día resucitó’. Como algunos lo esperaban. Otros, no, lo daban por muerto descerebrado, según la tónica de los tuiteros. Llegó y dijo que estaba vivito y coleando y que los muertos que vos matáis gozan de cabal salud, según esto dicho por el Zorrilla del Juan Tenorio o de Juan Ruiz de Alarcón. Utilizó una palabra dominguera, ‘Vaguido’, que significa desvanecimiento. El Alma Podrida, llamó el secretario a un diario yucateco, y él mismo presidente a sus adversarios, que se regocijaban de que estuviera a punto de entregar cuentas a la parca (si la muerte pisa mi huerto, quién firmará qué he muerto de muerte natural). Dijo el presidente: “el odio de algunas personas que quisieran que yo desapareciera. Los veo muy solos, muy vacíos, con mucho odio”. Al reaparecer se acabaron los memes, hubo de todo y sin medida. Un aguzado historiologo político me comentó que es la misma saña que él suelta diatribas en las mañaneras y que solo se las revierten, te las reviran, manito, diría un cuenqueño. Los odios ahí andan, en los dos bandos, los fifís y los chairos, y eso va a ser el cuento de nunca acabar hasta que se acabe este sexenio, que ya le queda poco. Por lo pronto, ahí está el presidente listo para contraatacar en las mañaneras porque, sí se desvaneció, lo que todos negaban y ya lo afirmó él mismo: Si se desvaneció en Mérida, si lo atendieron de emergencia en la base militar; si lo trasladaron de inmediato en ambulancia aérea, el video que muestran con un hombre sombrerudo al lado, se ve al presidente muy jodido, con rictus de agárrenme que me caigo, él dice que tiene Covid y vamos a creerle, y el jefe de comunicación y el secretario de Gobernación, desmintiendo todo. Pero qué necesidad, diría Juan Gabriel.
DOS DIRIGENTES / UN CAMINO
Es raro que dos dirigentes estatales vayan a hacer una declaración o un plantón, siguiendo la tónica de la misma queja. Pero ocurrió en Veracruz, primero llegó a Xalapa el dirigente estatal de MC, el partido de Dante, Sergio Gil Rullán, y se le plantó al gobernador Cuitláhuac García Jiménez para exigirle que no devuelva el dinero a la Federación y lo gaste aquí, donde hay tantas necesidades. Pero al góber le entra por un oído y le sale por el otro. Sergio lo acusa que regresa 1mil 800 millones de pesos y eso es un enedemonial de dinero. Un político me dijo que, por cosas como estas, ese gobernador debía ser juzgado, desaforado y detenido (andaba caliente).
El otro fue el presidente del PRI estatal Marlon Ramírez, cachorro de Alito Moreno, a quien le han dado respiración de boca a boca, para que siga como pastor del rebaño hasta el 2024 o como Porfirio Díaz, hasta que le encuentren su Ipiranga. Con esos 1 mil 800 millones, decía Sergio, que van para El Tren Maya, Dos Bocas y el AIFA, “se pueden surtir 45 millones de recetas médicas que el IMSS no alcanza a cubrir, 210 mil estudiantes pudieran tener escuela de tiempo completo o construir 11 hospitales de alta especialidad”. Y Yo Mero digo que con parte de ese dinero, podría terminar el segundo puente que falta en Paso del Toro, para que no haya tantos atascos y logre una desviación a tanto camión doble remolque, que van al Puerto Marítimo y allí se hace un cuello de botella impresionante. Alguna vez, una gente que laboraba en el área de presidencia al lado de Julio Scherer, comentó que la querencia del presidente al gobernador de Veracruz, es que le informan en los resúmenes anuales que Cuitláhuac es quien más dinero no ejerce en su estado, para que sea devuelto a AMLO. Por eso lo quiere tanto y nos los asesta como un Ruiz Cortines en chiquito. En fin.