*Cuando las desgracias llegan, a persignarse. Camelot.
Gilberto Haaz Diez
LA CAIDA DEL TIBURON
La tarde de ayer comenzó a circular la noticia que, de Fidel Kuri Grajales, exdueño de los Tiburones Rojos del Veracruz, había sido detenido por una demanda de TV Azteca, por algo así como 120 millones de pesos. La noticia pegó duro en Orizaba, porque de aquí es originario el empresario y exdiputado y aquí viven sus padres y sus hermanos y aquí tiene casa y tiene buenos amigos. El lio se veía venir porque Fidel Kuri había demandado a alguna gente de equipos y de la Federación Mexicana de Futbol, que es como una Cosa Nostra, traía también un pleito casado con Yon de Luisa,, el presidente de la Federación, un empleado de Televisa, antiguo vicepresidente de Televisa Deportes y presidente del club América, nomás, puesto ahí para defender los intereses televisivos, porque el futbol es de ellos, de las televisoras, de las dos: Televisa y TV Azteca, que lo demandó por un préstamo millonario. Recuerdo que cuando andaban los líos fuertes y se veía venir la expulsión del equipo, el dueño del club Pachuca, Jesús Martínez, le dijo a Fidel que vendiera el equipo antes que le cayeran los rayos. No le hizo caso y le cayeron los rayos, pagó el dinero y a los pocos días sacaron al equipo expulsado. Estaba bien, pero debían devolver ese dinero que ahora cobra TV Azteca, con otro pirata del caribe, Ricardo Salinas Pliego. Recuerdo que una vez de otra historia del paleolítico, una gente así, no dejada y peleadora, Emilio Maurer, se enfrentó a la furia de Azcárraga y Televisa y, de presidente de la Federación, terminó expulsado del club Puebla, maldecido por el gobernador, donde solo levantaban el teléfono y los gobernadores se alineaban, y el pobre Maurer, como Fidel, un día terminó en la cárcel. Suerte al Tiburón Mayor y ojalá libre ese lio difícil contra estos Piratas del Caribe del Ajusco.
ESOS MÉDICOS CUBANOS
Sé por la historia, que cuando los médicos cubanos viajan al extranjero, el gobierno comunista de Cuba cobra por ellos, y a ellos les dan unos pequeños bonos para que los cambien por comida. Alguna vez comí en La Habana con un médico cubano, de esos chingones, lo invité a comer al Templete, un restaurante de los picudos, para turistas, cuyos dueños cubanos españoles habían huido cuando llegó el barbón Fidel Castro y su revolución fracasada. Este doctor era conferencista y salía a Las Vegas, Nevada y a México y a varios lugares fuera de Cuba, pero siempre el dinero iba a las arcas del gobierno, a ellos no los dejan ni olerlos. Llegó en un cochecito viejo y prestado por otro doctor, me había pedido permiso si podía invitar a comer a su esposa y a un hijo de 18 años, le dije que adelante. Platicamos un buen rato y cuando le comenté por qué no abandonaba la isla en todas esas salidas, pues en México o en Miami, en cualquier lugar del mundo sería un médico exitoso, cuando me contó que daba unas 70 o 100 consultas diarias y no sé cuántas operaciones al mes, todo un récord. Me respondió que cuando salía, aunque lo acompañara su esposa, su hijo se quedaba en Cuba, los tres no podían salir juntos. Y tristeza me da ahora recordar, al paso de los años, en 2009, que cuando vio el menú, educado pidió consentimiento si podía pedir carne, porque hacía meses que ni la conocía. Una experiencia mía con un médico de la Isla, uno de los buenos. Toco el tema porque el amigo de VOX, Julen Rementeria, senador veracruzano, tomó la tribuna de la patria y acusó al presidente AMLO y a la jefa Sheinbaum, que hicieron tranzas y pagaron 255 millones de pesos, por traer a México en pleno Covid a 585 médicos chafas, vamos, que no eran ni médicos, y como el gobierno de la 4T los escondió y nadie pudo verlos, se tiene dudas de si eran los que anunciaron, porque Milenio TV solo publicó un video donde había unos 10 médicos cubanos arriba del camión que los llevaba a un hospital mexicano. Sabemos que ese dinero fue a las bolsas de los dictadores, cuya esposa del Díaz-Canel en México, se le vio con una bolsa Hermés de 8,850 euros, que exhibieron enredes sociales. La Sheinbaum dijo que eso no tenía la menor importancia, como Arturo de Córdova, y se mofó de Rementería, al decirle que era un respetado representante de VOX, la derecha de la más derecha de las derechas, derechosas, bueno, algo así.