Orizaba, Ver.- De viva voz y por escrito, la señora Margarita Viveros pidió ayuda al gobernador Cuitláhuac García Jiménez para que su hijo Jesús «N», implicado en el homicidio de la maestra Verónica Fernández Trujillo, recupere su libertad.
El gobernador fue abordado por la mujer en el Palacio Municipal de Orizaba. La madre, desesperada, suplicó ayuda para su hijo, recluido en el penal de La Toma, en Amatlán de los Reyes.
El mandatario recibió su documento y le dijo que lo revisaría, le preguntó por qué delito estaba detenido y ella respondió que por delitos contra las instituciones de seguridad pública del estado.
Fueron algunas reporteras quienes preguntaron si se trataba del caso de la maestra y ella dijo que sí, entonces le recomendaron informar de eso al gobernador quien ya había apresurado el paso para subir al segundo nivel del Palacio.
La mujer avanzó y con voz fuerte le dijo al gobernador, «es el caso de la maestra«.
Cuitláhuac se detuvo y volteó con semblante de sorpresa. «Hay que hacerle justicia a la maestra también«, expresó.
Margarita asintió pero le dijo «hay que estar seguros», que su hijo estaba en su oficina cuando el homicidio sucedió.
El gobernador le recomendó consultar con su abogado y seguir el debido proceso, apegado a derecho.
La maestra de Educación Especial Verónica Fernández Trujillo fue asesinada la tarde del 27 de febrero, tras salir de su centro de trabajo en el Centro de Atención Múltiple (CAM) 15 y el propio mandatario estatal informó que el homicida era una mujer.
Margarita Viveros entregó una carta al gobernador pidiéndole su intervención, lamentó mucho lo ocurrido a la maestra porque ella es madre, pero pide justicia para su hijo detenido, quien asegura, no tuvo nada que ver con la muerte de Verónica.
Gabriela Domínguez