*Y cuando despertaron, ya había Tobogán. Camelot.
Gilberto Haaz Diez
EL TOBOGAN DE LA MONTAÑA
Toda fecha tiene su destino. La del Tobogán de la Montaña llegaba. Una obra orizabeña donde se trepa a una montaña en un trineo o carrito. El alcalde orizabeño, Juan Manuel Diez Francos llegaba a la espera de los alcaldes vecinos, que fueron invitados especiales, junto a su fiel Cabildo, esperaban. Llegaban uno a uno los invitados y para luego es tarde, el alcalde les mostró cómo se operaba un carrito, porque si se tiene mello que vaya muy duro, se puede frenar. Dio el banderazo de salida y los alcaldes o sus representantes se dieron su vuelta a esta obra de ingeniería alemana. Después del Tobogán, les invitó a conocer Casavegas. Una vida del medioevo, donde Casavegas es un cuento y hay que saber contarlo. Comieron en los restaurantes aledaños, donde hay de todo de excelente calidad, los metió al Museo de la Tortura y vieron un evento del tiempo de los cruzados de la época de los Caballeros del Rey Arturo, aquí con un emperador santanderino. Los datos:
En abril del 2022 de esta Administración arrancó la obra y se terminó el 20 de febrero de 2023. Cuenta con 650 metros lineales de recorrido. 50 metros de altura en la cúspide de la montaña. 20 trineos o carros, donde caben dos personas. Su costo es de 90 pesos por vuelta, con dos pasajeros. Hecho en Alemania con su patente y supervisado por empresa filial de Estados Unidos. La vuelta dura de 3 a 8 minutos. Hay emoción y no da miedo.
UNA DE LA 4T (PISO PAREJO)
Dicen tirios y troyanos, que quien se afianzó en la contienda presidencial en busca de la corcholata que será destapada como un refresco quemón (si se acordarán de él), para Veracruz es Juan Javier Gómez Cazarín, presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso, morenista hasta la cachas quien presume una fotografía con AMLO cuando le echa el brazo sobre los hombros, como se lo echó Cristiano Ronaldo a Messi en Qatar, ahora que jugaron su cascarita. Tiene la orden presidencial de atender a las corcholatas con piso parejo, incluido el indeciso Ricardo Monreal, que a Monreal ya muchos le ven con desconfianza, hasta Dante Delgado Rannauro, que lo estaba esperando con los brazos abiertos para ir por la grande en su MC, pero Monreal lo abandonó, como se abandonan los zapatos viejos, cantaría Joaquín Sabina. Gómez Cazarín ya jugó dos fichas de dominó, cuando llegó la Sheinbaum y Adán Augusto a Veracruz, les puso alfombra roja y matraqueros y chescos y sándwiches, ahora le queda Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal, al que, aseguran los rumorólogos, ya tiene en la mano la candidatura a la jefatura del gobierno de la Ciudad de México, donde se va a enfrentar a una Alianza que es difícil derrotar, la del PRI-PAN-PRD. Veremos, dijo un ciego.
ESE BLANDENGUE RECTOR
El rector de la UNAM, Enrique Luis Graue Wiechers (Ciudad de México, 9 de enero de 1951) es un médico oftalmólogo y académico mexicano. Andaba el hombre blandengue, pasando las noches y días felices cuando una Magistrada copiona se le apareció en su hoja de ruta y su timón no supo qué hacer, casi le faltó decir como el presidente José López Portillo, en aquella crisis sexenal: ‘Soy el dueño del timón pero no de la tormenta’. Cuando aparecieron los fantasmas de las copiadoras y Por mi raza no habló el espíritu, sino los plagios, el rector metió la cabeza como avestruz, dejó que todos se pronunciaran y allí aprovechó el presidente AMLO, que es una gente muy lista para cuando las bases están desocupadas, ocuparlas, por emplear lenguaje beisbolero, le mandó un misil que Grau ni siquiera cabeceó como Jared Borguetti en sus buenos tiempos. Qué lo resuelva la UNAM, dijo el Preciso, y que no se lave las manos como Poncio Pilatos. Grau Pilatos seguía callado. Su junta de consejo le exigía hacer algo. No había más que una cosa: la bebías o la derramabas, o expulsabas del olimpo de los dioses a la Magistrada Yasmín Esquivel de Rioboo, o cargarías con su deshonra por los años que le quedaban de rector. Apenas anunció a los cuatro vientos, que ya estudian el caso. No sé qué le deben estudiar, si ya los expertos que analizaron las dos tesis, dieron el fallo que la Yazmín fue copiona. Qué tenga cuidado, porque la Biblia bien lo dice. “Así, puesto que eres tibio, ni frio ni caliente, te vomitaré de mi boca”. Ah que Grau Pilatos.