*De Shakespeare: “Creo que el rey no es sino un hombre, como yo lo soy2. (Enrique V. Camelot.
Gilberto Haaz Diez
EL LIBRO DE HARRY (EL PRINCIPE REBELDE)
Él suele llamarse despectivamente ‘el repuesto’, por ser un tiempo el suplente del reinado, y a la madrastra (Camila Parker) la llama ‘la otra mujer’. Hace unos pocos días en la tienda de Slim (Sanborns) de Plaza Valle en Orizaba, merodeaba en busca del libro de Harry, el príncipe rebelde. Ya vi la miniserie de Netflix y está buena. De este nieto rebelde que dejó títulos nobiliarios y realeza y castillos por su amor a Meghan, abandonó el reino milenario y se fue a California. Vi unos cuantos y compré el libro a 469 pesos, nada barato, pero para los que somos monárquicos, como mi hermana Flor, nos gusta ese merequetengue imperial. De 500 y pico de páginas ahí voy en ello, pero ya se había escrito algo en el diario El País, que filtró desde España los pormenores, como el corrido de Cananea: ‘Voy a dar un pormenor, de lo que aquí me ha pasado’. Lo que leí: Narra en un principio cuando a la muerte del abuelo esperó a su hermano y a su padre, porque los líos ya estaban a la puerta y después de una larga espera, discutieron porque Harry acusaba que su hermano los había corrido de Inglaterra. ‘Yo no’, se defendía el heredero al trono, el padre cabeceaba. Luego se va en las primeras páginas (39) a la dolorosa muerte de su madre, Lady Diana, la muerte que sacudió a una nación y al mundo lo convulsionó, cuando en aquel puente del túnel de París el mundo para Inglaterra no volvió a ser el mismo. Moría la Princesa del pueblo, como la llamó Tony Blair. Dice Harry que los titulares de los periódicos tabloides ingleses, que son terribles, uno de ellos mandaba un mensaje a la abuela reina: “Demuéstranos que te importa”. “Mandaba madres, decía Harry, viniendo de los mismos desalmados a los que mi madre les había importado tanto que la habían perseguido hasta un túnel del que nunca salió”.
Narra cuando la discusión era si los dos chiquillos huérfanos desfilarían ante el féretro de su madre, que fue paseado ante millones de ingleses. Querían que solo el grande, el heredero, pero optaron por los dos. Y uno los recuerda, a sus 15 y 13 años, cabizbajos, con la mirada clavada al cemento sufriendo lo indecible, porque ambos chiquillos amaban a la madre, expulsada de ese reino. El tío Charles, hermano de Diana, se oponía a que caminaran tras el féretro. Pero al final se hizo. Ante los restos de su madre, Harry ahora comenta en el libro todas las preguntas qué se le ocurrían, mientras Elton John entonaba en la Abadía de Westminster su ‘Candle in the wind”. “Según las noticias, mi madre llevaba las manos cruzadas sobre el pecho y, entre ellas, una foto mía y de Willy, posiblemente los únicos dos hombres que la quisieron de verdad”. El tío arremetió contra todos en el discurso de un hermano dolido. “Cuando le retiraron la bandera y el ataúd descendía al fondo de la fosa, mi cuerpo sufrió una convulsión. Se me hundió la barbilla y rompí a llorar de forma incontrolada con la cara en las manos”, dijo. Buen libro, pronto les cuento más.
LA DEL PAIS
Diario El País. Ya han empezado a trascender detalles del texto. Por ejemplo, la dedicatoria: “Para Meg, Archie y Lili… y, por supuesto, mi madre”. Su madre fue Lady Di, princesa de Gales, fallecida en 1997 en un accidente de tráfico en París a los 36 años. Un detalle que está siendo muy comentado es que el príncipe asegura haber matado a “25 talibanes” en las operaciones en las que participó durante la guerra de Afganistán. Admite también haber consumido cocaína y marihuana en algunos momentos de su juventud.
Otros detalles revelados por periodistas de la agencia Reuters, basados en la traducción española, tienen que ver con el inicial rechazo y posterior aceptación de Camila Parker Bowles como esposa de su padre, el rey Carlos III de Inglaterra (y ella, hoy, reina consorte); con el disfraz de oficial nazi con el que se presentó en una fiesta en 2005 (según dice, alentado por su hermano); o con la controversia en torno a si el militar James Hewitt es su verdadero padre, fruto de un romance con Lady Di: lo niega rotundamente.
Se espera que las memorias de Enrique contengan mucha información jugosa. El diario británico The Guardian ya había publicado a última hora del miércoles una anécdota filtrada del texto: que Guillermo de Inglaterra, príncipe de Gales, y su hermano Enrique llegaron a las manos en 2019 en Nottingham Cottage, una vivienda que forma parte del complejo de Kensington, en Londres. Guillermo fue incapaz de aguantar la rabia que le producía la forma en la que su cuñada Meghan Markle había irrumpido en la familia real británica. “Me agarró por el cuello (de la camisa), arrancó el collar, y me tiró al suelo. Aterricé sobre el cuenco del perro, que se rompió bajo mi espalda”, escribe Enrique. Antes de derribarlo, el príncipe Guillermo habría llamado a Markle “difícil”, “grosera” y “áspera”, según relata el duque de Sussex.