Xalapa, Ver.- Frente a la última morada de la subdirectora de la escuela Adolfo Ruiz Cortines, Beatriz M.R., un joven llora.
«Mi Bety, mi Bety, por qué mi Bety, no puedo, no puedo», expresa desconsolado, suelta el cuerpo sobre los brazos de dos mujeres y un hombre mayor, tratan de sostenerlo.
Familiares, amigos, amigas, compañeras, compañeros de la escuela en la que laboró por más de 30 años; todos lloran y cantan himnos del magisterio.
Empleados de la funeraria cargan múltiples coronas de flores blancas, en una de ellas se lee: «Equipo Político», «SNTE».
Uno de los hermanos de Bety agradece el apoyo manifiesto en los últimos dos días.
«Por favor vamos a unirnos como sociedad y a pensar que esto no vuelve volver a suceder. Hay justicia y yo creo que va a suceder«, implora.
Previo al sepelio, en la iglesia María Madre del fraccionamiento Los Ángeles, el sacerdote ofrece palabras de consuelo a los deudos. Están su esposo, sus hijos, sus nietos.
“Vamos a pedirle a Dios que nos conceda la fortaleza necesaria y la luz en su presencia, estando preparados para cuando el señor nos llame a la vida eterna, junto con Elizabeth y todos los que han muerto en la fe en Cristo”.
Beatriz Elizabeth Meza Álvarez murió asesinada el pasado 21 de septiembre, Día Internacional de la Paz.
Llegaba a la escuela Ruiz Cortines, en Xalapa, su nieto de siete años no solo presenció el crimen, resultó herido.
El caso consternó a la sociedad xalapeña y alcanzó relevancia nacional.
Con información de AVC
