*Si la lluvia arruina el picnic, pero salva la cosecha de un granjero, ¿Quiénes somos nosotros para decir que no debe llover? Camelot.
Gilberto Haaz Diez
LA TORMENTA PERFECTA
Hace un par de días, a Orizaba le cayeron dos tormentas perfectas. Tremendos aguaceros que no eran de mayo, como cantaban Los Bribones (Los aguaceros de mayo, tuvieron la culpa…), eran de casi septiembre, mes de la patria. Suele en esta zona de las altas montañas llover un día sí y otro también. Pasamos nuestra crisis, como Nuevo León, donde no caía una gota de agua, pero en cuanto empezaron a llegar las lluvias, agárrense, porque aquí por algo le llaman Pluviosilla, a esta Orizaba. Nos llueve desde el Volcán Pico de Orizaba, esa agua que allí llega crea un gran escurrimiento, aparte de eso nos llega toda el agua de Mariano Escobedo, La Perla e Ixhuatlancillo, lo que hace que ese diluvio llegue a la parte de Circunvalación norte y nos la convierta en una Venecia sin ti (Que profunda emoción, recordar el ayer), sin tener Arca de Noé. Pues el relato es que hace dos días llovió un par de veces como si fuera una tormenta perfecta. Y el agua se fue durísima sobre el Rio Orizaba, que descarga hacia el Rio Blanco allá por la Tinaja y otra parte por Ciencias Químicas, en la entrada de la autopista. Pero si esta lluvia le llega a Veracruz Puerto, seguro el agua les cubre la estatua de Díaz Mirón y la Torre que no le gusta a AMLO, que cada día luce más bella, según una foto que me envió desde puebla el Güero Lafitte. Recuerdo hace años en un cine en Costa Verde, que entré a ver una película y cuando salí el agua ya cubría parte del auto, no nos pudimos subir hasta que pasaron las horas y bajó la inundación. Las ranas croaban y algunas estaban en el techo del auto. Esperando aparearse. Aquello parecía película de National Geographic.
LAS CIUDADES INUNDADAS
Hay ciudades que se inundan. A Monterrey, apenas les llega una lluvia fuerte y hasta muertos hubo, cuando el rio desbordado se llevó un auto y ahogó al conductor. Aquí en Circunvalación norte, un auto andaba flotando como lancha veneciana, pero nada pasó, es bajito y el agua tiende a desfogar rápido. Y no es que no haya obra pública, como no la hay en Veracruz por los subejercicios, aquí en tiempos del arquitecto Isaías Rodríguez Vivas se hizo un gran colector y la parte de Circunvalación se metió tubos grandísimos, para que el agua se fuera. Igual ocurrió en la primera administración del tres veces alcalde, Juan Manuel Diez Francos, se metió tubo de casi seis metros de diámetro, y eso ha hecho que esa zona no se inunde en la forma que ocurría, como era antes, que los vecinos ponían bardas de cemento porque el agua se metía a sus negocios, inundándolos. Este escribiente estaba comiendo en una terraza y tuvimos que salir huyendo a refugiarnos dentro de la casa, porque el agua pegaba fuerte y soplaba un fuerte aire. Alguien por allí comentaba del Teleférico, pero me imagino que el Teleférico tiene sus esquemas de seguridad. Creo que cuando comienza a llover y relampaguear (Se mira relampaguear, el cielo está encapotado), detienen el servicio, no se permite porque el aire mueve los vagones y además hay truenos, aunque los expertos en esto de los truenos dicen que si un trueno pega en un vagón no pasa nada, porque tienen que hacer tierra para que haga daño, pero el Teleférico tiene sus controles de seguridad, y cuando comienza la lluvia se detiene el servicio, hasta que se detenga o amaine. Primero es la seguridad de la gente.
En fin, llovió como pocas veces, la tormenta duró escasamente una hora, inundó calles, detuvo automóviles, algunos flotaban muy venecianos, pero nada pasó. Orizaba es una ciudad, como Xalapa, que tiene un gran declive. Y el Rio Orizaba es nuestro desfogue natural. Alguna vez estando en San Antonio, Texas, donde tienen un gran paseo en el rio, el gobernador Fidel Herrera Beltrán, preguntó si a Orizaba se le podía hacer algo similar, imposible, le dije, historia que un día les platico con más calma.
