*Mi sueño es el de Picasso, tener mucho dinero para vivir tranquilo como los pobres. Camelot.
Gilberto Haaz Diez
LAS GRANDES BOLSAS (DIEGO MARADONA)
Uno puede vivir su vida loca y siempre pensar que el gran destino está en otros lados. Cuando los hijos piensan estudiar y escoger carrera, los padres, lo mismo en Estados Unidos que en países menos ricos, piensan que ojalá y el destino los llevara a ser jugadores de elite. Porque ahí no solo el huamachito florece, las grandes bolsas y la vida cambia, ahí se apuesta la vida y se respeta al que gana, diría José Alfredo. Y estoy en eso porque apenas la semana pasada, entre películas y noticias, me enteré que la camiseta del gran Diego Maradona, la casa de remate Sothebys, una inglesa, la metió a la puja y logró venderla por 7 millones de dólares. Esa camiseta mítica tiene su historia, fue la de La mano de Dios y la del gol a los ingleses, donde a Diego solo le faltó driblar a la reina y meterse al Palacio de Buckingham, solo y su alma. Tuvo su chiste y su historia, el medio campista inglés, con quien la intercambió al terminar el juego, la guardó por muchísimos años, desde México 86 y ahora la llevó a la venta y embolsarse los millones. Diego jamás la debió haber cambiado, esas son para la historia. Ahora, fanáticos de Argentina quieren llevar el corazón de Diego a Qatar, porque ese corazón está en custodia de la policía argentina, para que vibre cuando juegue Messi y compañía y se traigan la Copa. Cosas de Ripley.
LAS DEL TENIS (KING RICHARD)
Si usted vio la cinta en Netflix de Rey Richard (King Richard), donde el gandalla madreador, Will Smith se alzó con el Oscar, después de abofetear al conductor y salir airoso, porque la Academia del Oscar debió haberle sacado tarjeta roja por siempre, no aceptarlo para nada, ni siquiera proponerlo para premios, no solo por lo culeid, sino porque se metió con un chiquito, hubiera agarrado uno de su tamaño, pero en fin esa es otra historia. En la película se narra cuando el padre de las hermanas Williams, Serena y Venus, las lleva de la mano a las grandes canchas de tenis, imponiendo su voluntad y, cuando la chiquilla, Serena, a los 14 años ya pintaba para ser grande, llegó hasta su casa el patrocinador de los uniformes. En Estados Unidos los patrocinios de las firmas comerciales son extraordinarios, zapatos, uniformes, refrescos, hamburguesas, etc. En la primera sentada y en la plática, el de los zapatos le ofrecía 4 millones de dólares por la firma, a sus 14 años, después de haber vivido en la pobreza y con sufrimientos, trabajando el padre como velador de seguridad y la madre trabajando en el día, el padre no la aceptó, el manager le decía que estaba loco. Y tuvo razón, unos meses después firmó con la casa de los zapatos, pero por 8 millones de dólares. Luego se convirtieron en reinas de Wimbledon y entre las hermanas ganaron más torneos y millones de dólares que ninguna otra. Cosas de los premios.
LA DE HBO (MAGIC JOHNSON)
Y para cerrar la feria de los millones, HBO estrenó la película Tiempo de ganar, de cómo los Lakers de Los Ángeles contrataron y llevaron a Magic Johnson a las grandes ligas del estrellato en el basquetbol. Cuentan como el dueño fue armando el equipo, una historia que aún no termina porque solo exhibieron la parte uno. Pero hay un momento que Magic lo asedian los patrocinadores de los zapatos, zapatillas les llaman ellos. Y comienzan a llegar las grandes firmas. Converse, Pumas, Adidas, etc. Apareció un vendedor ninguneado, al que no habían dejado entrar cuando los cinco principales negociaban, lo esperó afuera del hotel y abordó a Magic, lo sentó y le dijo que firmara con ellos. Era la firma Nike, que apenas comenzaba a darse a conocer. Lo que le ofrecía la competencia a Magic eran 80 mil dólares de aquellos años 80s. El de Nike le hizo, como el Padrino, una oferta que no debió haber rechazado, le daba un dólar por cada par de zapatos con su firma y nombre, porque, decía el vendedor, calculaba que venderían 100 mil pares al año y, además, le ofrecía un 0.5 por ciento de las acciones de la empresa. Magic no aceptó, se fue por los 100 mil dólares que le ofreció Converse y, en la cinta señalan que fue el peor negocio de su vida, si hubiera firmado con Nike, en 1979, a la fecha, 2022, en acciones de la firma tendría 5.2 billones de dólares. O sea, una locura de dinero, pero hay días así. Se tuvo que haber arrepentido toda su vida. Años después (1984) llegó Su Majestad Michael Jordan, y ese mundo de Nike fue de él, y de nadie más. Llegó el Nike Air y volaban con esas zapatillas. Fue la sociedad más fructífera en el deporte mundial. Michael se metió a la bolsa, solo por eso, 193 millones de dólares, hasta su retiro en 2003. Y aun le siguen pagando comisiones, o sea, ya no sufre por sus quincenas.