Xalapa, Ver.- –¿Qué puede hacer un hombre con una caja de habanos vacía?
–Si la caja está en manos de Noé González Molina, integrante y coordinador musical de Los Cojolites, entonces se puede hacer música, a una mujer sacudir los hombros, o a un hombre llevar el ritmo con los pies. Se puede hacer a dos o tres melómanos alzar las cejas y aplaudir de asombro.
Este fin de semana, Los Cojolites celebraron 25 años de carrera artística con un concierto en el Teatro del Estado. Presentaron su álbum más reciente: “De la lluvia y el Sol”, producido por Greg Landau, en donde participan cantantes como Lila Downs, Eugenia León y la inseparable Natalia Lafourcade. A diferencia de otras producciones, se trata del primer disco que solo contiene composiciones propias.
La apertura del concierto la hicieron con tres sones: Madre Tierra, Camotal, y Sonó. Y poco a poco, los aires del sur inundaron la Sala “Emilio Carballido”, e hicieron desfilar estampas características de la vida rural en Jáltipan, Cosoleacaque y San Andrés Tuxtla: cantos de agradecimiento a la madre naturaleza, cómo germina el amor entre campos de maíz y arroz, de la fatalidad que viven los campesinos al ver perdidas las cosecha, el respeto que le profesan a los adultos mayores.
Yo tenía mi camotal/ Sembrado en cinco de luna/ Sembrado en cinco de luna/ Yo tenía mi camotal/ Sembrado en cinco de luna/ Sembrado en cinco de luna/ Yo tenía mi camotal/ Por falta del temporal/ Se ha perdido mi fortuna/ Se ha perdido mi fortuna/ Por falta del temporal.
“Buenas noches familia, nos vemos mayorcitos porque la vida nos ha tratado un poquito mal, pero todavía somos jóvenes. Este es un proyecto que inició hace 25 años en Cosoleacaque, primero como un taller de aprendizaje, luego con toda una formación musical, de apropiamiento del contexto histórico para poder ser portador de esta tradición”, dijo Benito Cortés Padua, al saludar al público.
Aunque el Teatro del Estado impone un aire de formalidad, pronto, algunas personas vencen las etiquetas, y comienzan a interactuar con el grupo, como lo harían en cualquier fandango.
–¡Canten Sembrando Flores!, se escucha desde el público.
–No, esa es del otro disco, y lo tenemos prohibido, le respondieron Los Cojolites.
–Entonces, Luna Negra, pidió otra persona.
–No, esa menos, dijeron los músicos, y el auditorio río con picardía.
EL CUADRIQUINTO
Uno de los momentos de mayor deleite durante el fandango, ocurrió cuando Noé González Molina tomó en sus manos un cuadriquinto, un instrumento musical elaborado a partir de una caja de habanos vacía, y la rasgó para interpretar La cosecha, un son que habla del empeño que los hombres del sur le ponen a las siembras.
«Me levanto, me levanto muy temprano/Le digo a mi morena que el sol ya salió/ Me levanto, me levanto muy temprano/ Le digo a mi morena que el sol ya salió/ Y me dice: “tu lonche está en la mesa/ Cuida bien la siembra del arroz”/ Y me dice: “tu lonche está en la mesa/ Cuida bien la siembra del arroz”
“El cuadriquinto es un instrumento bastante particular elaborado a partir de una caja de habanos. A un amigo de San Cristóbal de Las Casas, le entró la curia, y desarrolló este instrumento, que a la postre se la obsequió a mi compañero Noé, quien hace que salga un sonido muy particular”, dijo Benito Cortés Padua.
La primera vez que Los Cojolites tocaron en Xalapa lo hicieron contra la ley. Sin reparar en que eran menores de edad, el bohemio Salvador ‘Chava’ Suárez, los invitó a tocar en La Tasca del Cantor, un bar y foro cultural ubicado en Xicoténcatl 76, que cerró en noviembre del 2020.
“Xalapa fue la primera ciudad que nos abrió las puertas en el panorama musical formal. Antes de eso, nosotros éramos unos mozuelos que andábamos en los fandangos, en las fiestas, de parranda, conociendo a los viejos”, contó Benito Cortés.
Y agregó: “En las Fiestas de la Candelaria, en Tlacotalpan, conocimos a Chava, le gustó mucho nuestra dinámica y nos invitó a un lugar muy afamado: La Tasca del Cantor. Y fue una bronca tremenda, porque él ya nos había invitado, y de Tlacotalpan nos venimos a Xalapa, y él nunca prestó atención a que éramos menores de edad, entonces, pasó toda la noche entrando y saliendo supervisando que no entra ningún inspector de comercio. Aquella ocasión la pasamos muy bien, y por eso Xalapa siempre es una plaza fuerte para nosotros, siempre que presentamos un trabajo nuevo esta ciudad siempre está en la memoria.
Durante su presentación Los Cojolites dedicaron unas palabras al Teatro del Estado “General Ignacio de la Llave” que está a punto de cumplir 60 años, “queremos sumar a este festejo, y dar un aplauso a todas las personas que han hecho posible que este espacio sea ese foro para que los artistas veracruzanos compartamos nuestra música”.
“Xalapa siempre se ha caracterizado por ser un pueblo muy cultural, muy musical, aquí están las escuelas de música, de arte, y con este espacio se fortalece la identidad no sólo de Xalapa, sino de Veracruz. Un aplauso a los sonidista, tramoyistas y a todos los que hacen posible que estemos parados en estos foros”
DE LA LLUVIA
Mientras desgranaban uno a uno los sones que conforman “De la lluvia y el Sol, Benito Cortés relató que este material musical fue muy difícil de integrar, por todos los retos que impuso la pandemia por covid-19.
“Este disco costó muchísimo por esta pandemia, que afectó bastante a la humanidad, pero como dicen en mi tierra: tenemos que seguir remando, porque el que no rema no gana dinero. Esperemos que lo que se lleven en sus oídos y en su corazón sea de su agrado”.
Benito destacó que este es el primer disco que hacemos donde todas las piezas que lo integran son autoría de Los Cojolites.
“Para nosotros ha sido un momento importante en nuestra carrera y en nuestra vida, poder compartir este periodo que se vivió mediante la pandemia, y que nos comprometió…, no sabíamos si nos volveríamos a ver, si estaríamos de nuevo reunidos, tocando, abrazándonos. Este disco fue una lucecita en medio de un camino bastante oscuro, que todos vivimos. Estamos muy agradecidos de estar con mis compañeros conmemorando la vida, celebrando este momento, y muy contento de compartirlo con todas y todos ustedes”.
Los Cojolites prepararon el cierre del concierto con tres sones: La Bamba, Sembrando Flores y De la lluvia y el Sol.
Con información de AVC/Eirinet Gómez