Desaparición del INALI, ¿quién lo asesora señor presidente?
Por Omar Zúñiga
En 2003, ante la necesidad de promover el fortalecimiento, preservación y desarrollo de las lenguas indígenas que se hablan en nuestro México lindo y querido, así como el conocimiento y disfrute de la riqueza cultural de la nación, y asesorar a los tres órdenes de gobierno para articular las políticas públicas necesarias en la materia, fue creado el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) UN OPD sectorizado en la Secretaría de Educación Pública .
Como parte de sus objetivos el INALI “busca contribuir a la consolidación de una sociedad equitativa, incluyente, plural y favorecedora del diálogo intercultural, a través de la promoción del multilingüismo, el desarrollo de las lenguas indígenas nacionales y el fomento a su uso en todos los ámbitos de la vida social, económica, laboral, política, cultural y religiosa, principalmente en aquellos en los que participan los pueblos indígenas”.
Pues bien, como parte de los “ahorros” y de las absurdas “políticas públicas” de ocurrencia, el gobierno federal, para variar, propuso su desaparición, lo que ha originado una nueva oleada de protestas.
Llama poderosamente la atención la de ELIAC Escritores en Lenguas Indígenas, A.C., organismo fundado en noviembre de 1993, en la ciudad de Texcoco, Estado de México, tierra del poeta gobernante Nezahualcóyotl, que actualmente con escritoras y escritores asociados de 18 lenguas indígenas procedentes de 14 estados de la república.
ELIAC en su momento, impulsó fuertemente una propuesta ante la Comisión de Asuntos Indígenas de la Cámara de Diputados al Congreso de la Unión, misma que derivó en 2003 en la actual Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas (LGDLPI), que creó el INALI, con el regocijo de nuestros pueblos y asociados de la ENALI, porque se había creado una ley y un instituto que se encargaría de trabajar con el objeto de preservar, fortalecer y desarrollar nuestras lenguas, y darle en ese sentido, un lugar de dignidad, al declarárseles oficiales en el ámbito de su uso al igual que el español.
Y llama la atención porque en una carta enviada al presidente Andrés Manuel López Obrador, en voz de su titular, el maestro mazateco Apolonio Bartolo Ronquillo, le recuerda que los pueblos indígenas votaron por él creyendo en su proyecto, creyendo siempre en que el personaje que enarbola, Benito Juárez, el presidente indígena de origen zapoteco sería realmente una bandera y no una traición como la que hoy propone con la desaparición del INALI.
Yo hago la misma pregunta que el maestro Apolonio…, ¿quién lo asesora, señor presidente?
¡Qué barbaridad!
Deprimera.mano2020@gmail.com