*De Mark Twian: Un banquero es un señor que nos presta un paraguas cuando hace sol y nos lo exige cuando empieza a llover. Camelot.
Gilberto Haaz Diez
SALINAS PLIEGO (PARTE II)
El tercer hombre más rico de México, sorprendió a propios y extraños que, cuando Citibanamex anunció que se iba del país, el mero dijo: Yo le entro. Hace no mucho leí una síntesis de su poderío, en el diario El País de España. Va una parte:
Ser millonario en México era hasta ahora una combinación de habilidad empresarial, vínculos políticos y discreción, mucha discreción. En un país con profundas desigualdades económicas y problemas de seguridad por miedo a los secuestros o las extorsiones, los billonarios juegan a esconderse y a no lucir más de lo necesario. La publicación de la revista Forbes es un dolor de muelas anual de la que no pueden escapar. Si ello se añade la pobreza, la discreción tiene un componente ético. Ofender lo menos posible por si algún día el bumerán del agravio se vuelve contra el señalado. Todo era así hasta la irrupción del empresario mexicano Ricardo Salinas Pliego. Desde que hace un año y medio tomó el control de sus redes sociales, Salinas Pliego (Ciudad de México, 1955) el tercer hombre más rico de México, después de Carlos Slim y Germán Larrea, ha convertido Twitter en su plataforma política y en el ring de boxeo desde donde distribuye recetas neoliberales, ofrece lecciones de superación, salda cuentas con sus enemigos, critica los impuestos, las medidas anticovid o, sencillamente, publica una foto de su yate donde pregunta a sus seguidores hacia qué playa apunta la proa.
Desde su cuenta de Twitter, con casi un millón de seguidores, Salinas Pliego, dueño de empresas como Elektra, dedicadas a la venta de electrodomésticos a plazos; Banco Azteca, enfocado en personas de bajos recursos; o TV Azteca, la segunda televisión más vista del país, no tiene pudor en criticar a los perdedores que no se levantan tras un fracaso, los que echan la culpa a los demás o los presos que comen de sus impuestos y no trabajan. Con esta estrategia, en menos de un año ha dejado de ser un millonario más a convertirse en un fenómeno mediático que incendia la red con cada tuit.
Salinas Pliego contesta personalmente a muchos usuarios que le aplauden, le piden consejo, se quejan por un cobro indebido o por la suciedad en una sucursal. En el mismo hilo puede llamar “pendejo” a un trabajador despedido, exigir a un alto directivo una solución inmediata o burlarse del BBVA o el Citibank por una caída del sistema. A muchos responde con argumentos, explicaciones o, directamente, insultos que acompaña de memes y gifs. Da igual que sea un simple cliente o una inspección fiscal. Su estrategia digital dibuja la figura de un líder resolutivo, que conoce los problemas de la gente, exige responsabilidades a sus subordinados y utiliza el lenguaje de la calle. Sus tuits combinan recetas ultra neoliberales con expresiones como “a chingarle duro”, “póngase a chambear” o “desviado”, cuando quieren atacar a alguien que considera homosexual. Durante los meses más duros de la pandemia, cuando medio mundo estaba confinado, fue la única gran empresa que mantuvo siempre abiertas las puertas de sus tiendas.
Su última provocación la lanzó el 24 de diciembre cuando defendió las bondades de la desigualdad como motor social. “La desigualdad no solo es inevitable, sino que es necesaria para el progreso de la sociedad. Los intentos de transformar a la sociedad para que todos ‘encajen en el mismo molde’ inevitablemente nos llevaran a la tiranía”, escribió el día de Nochebuena una de las diez personas más ricas de América Latina, heredero de un conglomerado fundado por su abuelo y con una fortuna superior a los 12.500 millones de dólares, según Forbes.
Este mes se supo que la estrategia digital del empresario tiene truco. A principios de diciembre Twitter eliminó decenas de cuentas debido a que operaban como bots para defender a empresas de Grupo Salinas y a su dueño, dijo el Observatorio de Internet de la Universidad de Stanford. El observatorio publicó un análisis en el que detectó que gran número de estas cuentas publicaban contenido de manera orquestada y que muchas compartían nombres muy similares. La cuenta más citada en la red de bots fue @RicardoBSalinas y al menos desde 134 perfiles se lanzaron mensajes de apoyo al empresario o ataques a los críticos.
Hoy, anunció que le volvió a dar Covid.