Orizaba, Ver.- Una comerciante del mercado Emiliano Zapata, solicitó la inmediata intervención de las autoridades municipales, luego de que fue engañada por la administración y despojada del local que ha ocupado durante más de 35 años para dárselo a otra persona.
María de Lourdes Martínez Parra aseguró que no permitirá que una mala funcionaria municipal le arrebate su patrimonio de la noche a la mañana.
«Este día inicia una lucha para defender mis derechos como comerciante, como mujer y como trabajadora, los cuales han sido pisoteados por las autoridades de comercio representadas por la administradora de este mercado Laura Sánchez así como por el director de comercio, Raymundo Reynoso Limón, los cuales me han despojado de mi local en el cual he trabajado por más de 35 años como comerciante y sin motivo ni razón alguna se lo han entregado al señor dueño del negocio «El borrego de Oro», dijo.
La comerciante aseguró que denunciará ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, además de que reunirá firmas de sus compañeros comerciantes para que testifiquen que el local le pertenece.
Denunciará también ante la Fiscalía Especializada contra Servidores Públicos Infractores por los delitos de abuso de autoridad, despojo y discriminación.
«Y de ser necesario me pondré en huelga de hambre con el objeto de ser escuchada por el presidente y me regresen mi local y respeten mis derechos que tengo como comerciante».
Recordó que, cuando remodelaron la nave, la administradora del zoco Laura Sánchez le dio a conocer que le daría otro lugar porque iban a abrir un pasillo, a lo cual accedió; sin embargo al momento de la inauguración, el local ya estaba ocupado por otra persona, además de que no abrieron ningún pasillo.
«La administradora, no me dijo en ningún momento que ya no iba a hacer pasillo que si yo quería regresar a mi lugar o me quedaba en la cortina sabiendo que tantos años que tengo de trabajar acá era para que me diera preferencia».
Aseguró que el espacio que le asignaron tiene cortina y no hay clientela, por lo que asegura fue engañada por la administración para despojarla de su lugar que tenía desde 1983.
Agreden a comunicadores
Durante la rueda de prensa, un locatario del mercado y un supuesto cliente, agredieron verbalmente a reporteros y amenazaron con golpearlos mientras realizaban su labor periodística.
Mientras María de Lourdes Martínez Parra relataba los hechos, un reportero tomaba fotografías del local para ilustrar la información, cuando de manera agresiva, un supuesto cliente inició a agredirlo, «¿Qué te pasa güey porque me tomas fotos a mi?» expresó, mientras que el reportero trataba de explicar que no le había tomado la foto a él directamente, sino al local.
La agresión continuó y el sujeto le grito: «todo por tu culpa, hijo de la chingada».
Debido a que los demás compañeros reporteros continuaban grabando y documentando la agresión verbal, otra comunicadora también recibió la consigna que dejara de grabar.
Segundos después, el propietario del local «El Borrego de Oro» se acercó con la comerciante María de Lourdes Martínez cuestionándola del porqué le estaban sacando fotos a su negocio y al tratar de explicarle que lo único que hacía era defenderse de un abuso de autoridad, el hombre le dijo que eso lo viera con la administración.
Pero al observar que los reporteros continuaban grabando video y sacando fotografías, trato de intimidarlos, dirigiéndose contra la reportera: «no me fotografíes porque te doy un putazo».
El vendedor de barbacoa continuó gritando e insultando, sin importarle que estaba siendo grabado y en presencia de demás locatarios y comensales.
«Ningún pendejo puede sacarle fotos a algún negocio, ni a una persona igual», aún y cuando se trata de un espacio público en la que hay la libertad y el fotógrafo estaba debidamente uniformado y acreditado.
Debido a las agresiones, los comunicadores solicitaron el apoyo de la Policía Municipal, quienes arribaron en cuestión de minutos y fue así como el comerciante dejó de agredir a los reporteros, mientras que el supuesto cliente optó por retirarse al saber que se vería envuelto en problemas.
Minutos después, se apersonó la administradora Laura Sánchez, quien trató de minimizar lo ocurrido con la comerciante argumentando que ella había aceptado reubicarse al lugar con cortina, por lo que ahora se le va a mandar a hacer una barra como alternativa de solución a su inconformidad.
Dicho ofrecimiento fue denegado por la comerciante y aseguró que continuará luchando para que le regresen la isla en la que venía trabajando desde hace más de 35 años.
Es de agregar que los preventivos se mantuvieron en el lugar hasta que culminó la entrevista, con el objeto de prevenir alguna otra agresión.
Con información de AVC
