*De vez en cuando la vida toma un café conmigo, decía Joan Manuel Serrat. Camelot.
Gilberto Haaz Diez
AHÍ VIENEN LOS RUSOS (NUEVO EMBAJADOR)
Anuncia la secretaría de Relaciones Exteriores, que el presidente AMLO designó a un orizabeño, Eduardo Villegas Magias, como nuevo embajador con la Rusia de Putin. Un honor grandísimo para este joven que vimos crecer en esta Orizaba y es filósofo y actualmente coordinador de la Memoria Histórica de la presidencia de México. Es conocido familiarmente, su padre, Juan Pablo Villegas, es un músico concertista y buen amigo, que a través de los años ha mantenido el edificio del IRBAO (Instituto Regional Bellas Artes Orizabeño), donde gracias a él y a su conservación y mantenimiento, ese edificio que un tiempo fue sindical, no terminó en malas manos, como se pretendía, allí abrevan nuevos músicos y concertistas. Wikipedia nos señala que Eduardo es maestro en Filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México y se ha desempeñado como profesor en diversas universidades, como en el Colegio de Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. Trabajó en las oficinas de la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal como asistente directo de Andrés Manuel López Obrador. Felicidades pues, y que repiquen las campanas en las iglesias orizabeñas por este nuevo nombramiento, a un país tan importante como Rusia.
EL CRONISTA DE A PATA
Un amigo en México, Othón González Ruiz, suele escribir diciendo que soy el Cronista de a Pata, y le reviro que no, que soy un cronista de a pie, un poco haciéndole al Monsiváis que todos llevamos dentro, para retratar esta ciudad que es Pueblo Mágico y cada día mejora. Suelo diario publicar algo en mi Facebook. Los domingos son visitas obligadas a desayunar a Sazón a la Mexicana, en la orizabeña calle de Sur 2 numero 151, a unos pasos de la cantina El Fortín, para que se guíen bien los ‘chupamaros’. Se desayuna de campeonato, por 45 pesos café, jugo o fruta, pan, y los huevos al gusto o las enfrijoladas o lo que esté en la carta. Atendido por la familia, padre y madre y la hija, Liliana, muy buena atención y limpieza. Asistan, todos los días abren.
Luego me brinco caminando a la vueltecita, hasta llegar al Teleférico de Chahin y juntito está la señora que vende los moles, no solo mole, pollo y arroz y tamales de frijoles. Como ahora ando malito de colitis, le hice el gasto para enviarle a una familia, que hagan lo que yo no puedo, comer de campeonato. Un poli llegó a la guardia, lo dejaba una patrulla y le dijo a su compañero: Está la cola larga. No era así, apenas iban llegando los turistas porque arriba en el Cerro del Borrego se ve la neblina londinense que cubre como manto la ciudad, donde solo falta Jack el Destripador. Junto estaban las camionetas de servicio de turistas. Orizaba es una Fiesta, llueva o tuene o haga frio, como ahora, que asemeja a Londres, guardando sus debidas proporciones. Ojo, el cubrebocas, que es obligatorio en la ciudad, solo me lo quito para la foto. Lo uso siempre, no sea que un poli me vaya a aplicar la de Cuitláhuac: ultrajes a la autoridad y vaya uno al botellón.
CAFÉ ZEPAHUA
Siguiendo mi caminar por la calle poniente 5, caminando es como se descubren los buenos negocios orizabeños, hay una señora que con su comal a medio fuego hace las dichosas memelas orizabeñas, que tienen fama mundial y hasta existe una muy leída página de Instagram de un orizabeño, llamada Memelas Orizaba, un tiempo, cuando era presidente Peña Nieto la veía. Ahora anda de pelada con su nenorra, la modelo Tania Ruiz, prima de Othón. Bueno, encontré un Café Zepahua de la familia del transportista y político, Mario Zepahua, a quien la revolución les hizo justicia con concesiones y cargos políticos, y lo ha sabido trabajar el buen Mario, sus hijos pusieron un café bien llamativo, limpio y con el que ellos elaboran desde Tequila, capital del mundo del café. Cuando el empleado me vio sacando fotos, preguntó de dónde venía, del National Geographic, le dije tranquilo, y dijo bienvenido. Buen café para pasar este frio. Consumamos lo que Orizaba y su región produce.